VIDEOJUEGOS Y PROYECTORES

Aquella imagen de los proyectores, con diseño industrial y frío que encontramos en una oficina o en una clase y que en muchas ocasiones significaba un momento de hastío, aburrimiento y hasta alguna ‘cabezadita’ que otra. Pero los modelos caseros con mejor diseño y más compacto han cambiado esa percepción típica de los modelos profesionales; se han convertido en una alternativa factible y deseada frente a la televisión. La relación calidad-precio suele ser muy buena y cada vez más gente se anima a probar una nueva manera de ver el mundo.

Por eso, en este post intentaremos aportar algunas ideas para saber cómo converger una consola con un proyector. Aunque nunca está de más contrastar modelos e con entendidos en la materia, tiendas de tecnología, mediante servicios online como ésta página o en foros y blogs donde varios interesados contrasten información o opinión. Pero de momento, os facilitaremos algunas ideas.

Si tú, jugador, eres un jugador infatigable, es posible que la pantalla de TV se te quede pequeña. Pero no vale cualquier proyector; hay que tener en cuenta aspecto como el brillo y el sonido, fundamental este punto ya que se necesita un complemento sonoro. Otro de los factores a tener en cuenta es la resolución, por eso, no vale un modelo cualquiera, piensa en un proyector que también tenga una buena definición de imágenes para una película, como una sala de cine (proyector de 23000:1 como ejemplo). Una resolución ideal puede ser de 1080p, quizá las más ideal ya que responde una de las más altas capacidades que puede tener un proyector doméstico para casa. Siempre y cuando tengas un buen modelo de consola. La PS3 es el ejemplo perfecto.

Los lúmenes, son esenciales, teniendo en cuenta la luz que hay en una sala de juegos o en el principal salón de un domicilio. A veces tener más lúmenes no significa una mejoría; todo depende del contexto de uso: en un salón oscuro es mejor una cifra entre 1000 o 1200 lúmenes; mientras que para zonas bien iluminadas y claras, mejor una cifra igual o superior a 2000 lúmenes. Cuidado, si no hay buen ratio lúmenes-iluminación, el brillo puede molestar la vista durante un visionado.

Y cómo no, el tamaño de la imagen: qué amplitud queremos. Estos aspectos son muy relevantes, sin olvidar las propias características de algunos juegos o consolas necesitan una configuración de equilibrio de color, brillo y nitidez. Para los videojuegos, lo mejor es obtener un modelo con formato de proyección ancha 16:9. Preferiblemente Full HD y si en la cartera hay un poquito más de dinero puedes optar por un modelo con capacidad de conversión del 2D al 3D, más el complemento de unas gafas activas de obturación.

Por último, uno de los punto más evidentes es qué tipo de ranura de salida debe tener. Por supuesto, un HDMI, que permita conectar por ejemplo, una PS3. De esta forma, evitarías una pésima sincronización de la señal proyector-consola y la calidad de imagen sería mayor (¡fuera los malditos píxeles!). Sin olvidar que determinados modelos ofrecen una conexión Wi-Fi y disponen de ranura de salida para conexiones MHL para dispositivos Android. ¡Atencíon! La oportunidad de proyectar un juego desde el móvil existe, sin obviar la existencia de los famosos pico-proyectores.


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