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Aumenta la preocupación en el Consejo de Seguridad de la ONU por los software espía

Como informa TechCrunch, el Consejo de Seguridad de la ONU se adentró por primera vez en el controvertido tema del software espía comercial, una tecnología que ha despertado serios cuestionamientos éticos y legales por su empleo en actividades de vigilancia global.

Convocada por Estados Unidos junto a quince naciones más, esta reunión abordó las implicaciones de estos spyware para la estabilidad y la seguridad internacional, así como su uso indebido por gubernamentales y privados.

Aunque el encuentro fue principalmente informal y no derivó en propuestas concretas, algunos países, como Francia, Corea del Sur y el Reino Unido, mencionaron la urgencia de establecer controles que limiten la proliferación y el abuso de estos programas. En cambio, Rusia y China expresaron su desacuerdo, minimizando los riesgos señalados y apuntando a problemas más amplios relacionados con el ciberespionaje estatal.

Entre los participantes estuvo John Scott-Railton, investigador de The Citizen Lab, quien describió un entramado global de desarrolladores y comercializadores de software espía que amenaza los derechos individuales y la estabilidad de regiones enteras. Según sus declaraciones, Europa se ha convertido en un punto neurálgico para las empresas que desarrollan y distribuyen este tipo de tecnología, con Barcelona sirviendo como plataformas para sus operaciones, y que el pasado martes ya informamos en islaBit -aunque de la investigación original de TechCrunch-.

Polonia, por su parte, remarcó su rumbo legislativo orientado a reforzar la supervisión de los servicios de inteligencia, mientras que Grecia habló de su nueva ley de 2022 que prohíbe la venta de software espía en su territorio.

Por otro lado, Rusia utilizó el foro para lanzar críticas a Estados Unidos, evocando las revelaciones de Edward Snowden sobre las prácticas de la NSA y señalando la responsabilidad histórica de este país en la creación de sistemas de vigilancia a gran escala. China, por su parte, cuestionó la pertinencia misma de la reunión, argumentando que el problema del software espía comercial palidece frente a las amenazas cibernéticas desarrolladas por gobiernos, como las expuestas tras el incidente de Stuxnet.

Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos, aún bajo la administración Biden, impuso sanciones a empresas de software espía, como NSO Group, Candiru e Intellexa, además de prohibiciones de viaje para personas relacionadas con estas actividades. Sin embargo, estas medidas también han causado preocupación dentro de la propia industria, donde empleados y exmiembros tienen cierto temor por el impacto de estas acciones en sus vidas profesionales y personales.

Por el momento no se ha llegado a ningún acuerdo. Habrá que seguir de cerca las próximas reuniones sobre este asunto.


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