Cuando navegas por internet, hay un traductor currando a destajo en segundo plano que convierte los nombres de las webs que escribes -por ejemplo «islabit.com«-, en las direcciones IP que las máquinas entienden. Este componente de la red, conocido como DNS, suele ser gestionado por tu proveedor de internet (ISP), el cual puede monitorizar y comercializar los datos de navegación o incluso restringir el acceso a ciertos dominios.
Frente a esta situación, han aparecido servidores DNS públicos como una alternativa que generalmente ofrece mayor velocidad y neutralidad. El más reciente ha sido el de la Unión Europea con su propia propuesta cofinanciada por la Comisión Europea: DNS4EU.
El servicio se presenta con la promesa de un respeto escrupuloso por la privacidad, asegurando el cumplimiento del RGPD y otras normativas de protección de datos continentales. Su método consiste en anonimizar por completo la dirección IP del usuario para que no se almacene ningún dato de carácter personal.
¿Y en la realidad? La realidad es que se trata de una infraestructura DNS centralizada y gestionada bajo el paraguas de un organismo público, lo que suscita interrogantes como: ¿Qué garantías existen de que la inmensa cantidad de datos sobre los hábitos de navegación de millones de europeos, aunque anonimizados, no se emplee para otros fines como el análisis de tendencias o la vigilancia a gran escala bajo otras premisas? ¿Pueden restringir contenido y sesgar cierta información para sus intereses?
La afirmación de que un servicio público es inherentemente mejor o más fiable no siempre se sostiene. Al final del día, la centralización de un componente tan fundamental de la red en unas pocas manos, por muy públicas que se declaren, abre una caja de Pandora cuyas consecuencias a largo plazo podrían ser más graves que los beneficios de una navegación supuestamente más segura y privada. Esto es muy similar a una CBDC, como el Euro Digital que se quiere lanzar en Europa…
Opciones de filtrado en DNS4EU
El servicio ofrece un abanico de posibilidades ajustadas a distintas necesidades, cada una con su propia dirección IP. La configuración base, llamada «Resolución Protectora» (86.54.11.1), ya incorpora una capa de seguridad que bloquea dominios asociados a software malicioso gracias a un sistema de inteligencia de amenazas actualizado en tiempo real.
A partir de ahí, se pueden añadir otros filtros. Para hogares con menores, la opción con «Protección Infantil» (86.54.11.12) restringe el acceso a contenidos como violencia, pornografía o incitación al odio. También existe una variante que bloquea la publicidad (86.54.11.13) y otra que combina todas las protecciones (86.54.11.11).
Para quienes prefieren una conexión sin ningún tipo de cortapisa, DNS4EU dispone de una dirección de «Resolución sin filtro» (86.54.11.100).
La configuración de estas direcciones es versátil, pudiéndose usar en sistemas operativos como Windows, macOS y Linux, así como en dispositivos móviles, navegadores e incluso directamente en el router de casa. La infraestructura de DNS4EU se asienta exclusivamente en territorio europeo, con servidores distribuidos en muchos países de la UE, entre ellos España, Portugal, Francia, Italia, etc…