Si quieres jugar y disfrutar de tus partidas en el ordenador, deberías considerar conectar tu PC gaming a un televisor de buena calidad, en vez de limitarte al típico monitor.
Cierto es que los ordenadores de alta gama son quizás los mejor preparados para usarse con televisores 4K u 8K. Esto se debe a la potencia considerablemente mayor de sus tarjetas gráficas. Estas son capaces de manejar con solvencia juegos a resoluciones elevadas y rápidas tasas de refresco. Dicha capacidad se ve aumentada por técnicas avanzadas de las gráficas, como los algoritmos de escalado y la creación de fotogramas.
Una buena tarjeta gráfica, como una AMD RX 9070 XT o una NVIDIA GeForce RTX 5080, puede mover títulos con facilidad a 4K y altas frecuencias. Esto supera lo que puede ofrecer incluso una consola como la PlayStation 5 Pro. Sin embargo, no es necesario disponer de un PC de última generación para usar un televisor 4K. Un ordenador con una gráfica de hace unos cinco años puede poner a prueba un televisor 4K de 120 Hz en muchos juegos gracias a las herramientas de escalado y creación de fotogramas.
Además, muchos pasamos demasiado tiempo sentados trabajando y con otras obligaciones. Por lo que el momento de ocio invita a no sentarse más de lo necesario. Aquí un televisor, por su tamaño, permite sentarse o recostarse lejos y aún así verlo todo en pantalla. Por ejemplo, el texto en un monitor 1440p de 27 pulgadas se vuelve difícil de leer a más de un metro y medio. Mientras que en un televisor 4K de 55 pulgadas, se ve con claridad a seis veces esa distancia. Además, jugar en cooperativo desde el sofá resulta más agradable en una pantalla grande que en un monitor pequeño que fuerza la cercanía.
Tamaño del televisor y sonido asociado
En general, para jugar, ver contenido o incluso para tareas cotidianas, una pantalla de mayor tamaño suele ser mejor. Un televisor con una pantalla grande proporciona un campo de visión más amplio, lo que contribuye a una vivencia más inmersiva en el juego. Ni siquiera un buen monitor ultra ancho de 32 pulgadas puede igualar la sensación de escala de un televisor de 75 u 85 pulgadas. Por no decir que también añade la versatilidad de poder ser usado para ver películas.
Tip: No vale cualquier televisor. Se aconsejan modelos con modo de juego y con una tasa de refresco igual o superior a 120 Hz.
Y el sonido es un punto adicional a considerar. Se pueden usar auriculares, claro. Pero si el PC no tiene altavoces conectados, los que vienen integrados en algunos televisores pueden resultar sorprendentemente adecuados. Para una mejor calidad de audio, lo recomendable sería añadir una barra de sonido, un sistema de cine en casa o un sistema de sonido económico.
Recomendación dependiendo de su uso
Salvo que el PC se use solo para jugar, un monitor con tecnología OLED no es lo más práctico. Esta tecnología aún presenta problemas de «quemado» de imagen. Esto sucede cuando se muestran elementos estáticos durante mucho tiempo, algo habitual en el uso de un ordenador fuera de los juegos (barra de tareas, navegador, programas, etc.). Los monitores OLED son costosos y la visualización constante de elementos fijos los hace poco adecuados para un uso general.
Este problema del quemado es menor si la pantalla se enciende principalmente para jugar. Por eso, los televisores OLED tienen más lógica que los monitores OLED en ciertos escenarios de uso. Además, sus precios suelen ser más accesibles. Puedes encontrar modelos de 55 pulgadas entorno a los 1000 euros. Si un televisor OLED se dedica a ver contenido y jugar, se disfrutan sus ventajas (negros puros, colores vivos, contraste infinito, HDR) con menos riesgo de quemado. Cualquier juego luce más impresionante en un panel OLED que en los mejores Mini-LED o IPS.
Sin embargo, para jugar sentado en el escritorio con ratón y teclado, o para trabajo, sin duda, el monitor sería la mejor opción.