Hace un par de meses os trajimos nuestras impresiones sobre la Sennheiser Ambeo Soundbar Mini, una barra que, sin ser precisamente una hermanita de la caridad en cuanto a potencia y calidad, nos dejó con ganas de ver cómo se las gastaría con su pareja de baile natural: el subwoofer Ambeo Sub. Pues bien, gracias a Sennheiser, ahora tenemos el gusto de poner el conjunto a prueba para contaros qué tal rinde este matrimonio sonoro.
Especificaciones técnicas barra de sonido
Especificación | Detalle |
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Número de artículo (SKU) | 700138 |
Modelo: | SB02S |
Amplificador | 6 amplificadores de clase D |
Potencia total de amplificación | 250 W (valor eficaz) |
Número total de altavoces integrados | 6 |
Procesamiento de audio | SoC de cuatro núcleos a 1,8 GHz |
Gama completa | 4 transductores de rango completo con cono de celulosa de 1,6” (40 mm) |
Respuesta de frecuencia | 43 Hz – 20 kHz (-3 dB) |
Woofers | Cono de celulosa de 2 x 4″ |
Conectividad | Chromecast integrado, uPnP, AirPlay 2, conexión a Spotify, conexión a Tidal |
SALIDA DE TV HDMI (eARC) | 1 x HDMI eARC (HDMI 2.1) |
USB | 1x toma USB (tipo A), para alimentación de accesorios (dispositivos externos): 5 V ⎓, 1 A |
Entrada de micrófono para calibración de sala | 4 micrófonos de alta precisión de campo lejano |
Dimensiones (con pies) | 70 x 6,9 x 10,1 cm |
Dimensiones (sin pies) | 70 x 6,7 x 10,1 cm |
Peso | Aprox. 3,3 kg |
Sistema de transmisión de red | 2×2 MIMO |
Frecuencia de transmisión (específica de cada país) | 2.400 MHz a 2.483,5 MHz 5.170 MHz a 5.835 MHz |
Modulación de red banda 2,4 GHz | CCK, DQPSK, DBPSK para DSSS, 64QAM, 16QAM, QPSK, BPSK para OFDM |
Modulación de red banda de 5 GHz | 1024-QAM, 256-QAM, 64-QAM, 16-QAM, QPSK, BPSK |
Potencia de salida de la red | 100 mW (máximo) |
Estándar WiFi | IEEE 802.11 a/b/g/n/ac/ax |
Versión de Bluetooth | 5.0 Clásico/BLE |
Transmisión inalámbrica Bluetooth a Sub | 5.2 Bluetooth de bajo consumo |
Frecuencia de transmisión de Bluetooth | 2.400 MHz a 2.483,5 MHz |
Modulación Bluetooth | GFSK, 4 canales DQPSK, 8 DPSK |
Perfiles de Bluetooth | A2DP, AVRCP y GATT |
Potencia de salida de Bluetooth | BT SOC: 10 mW (máximo) BT Sub: 10 mW (máximo) |
Códec de Bluetooth | SOC BT: AAC, SBC BT Sub: LC3 |
Rango de voltaje | 100–240 V ~50/60 Hz |
Amperaje | Máx. 2,5 A |
Consumo en standby | Máx. 1,9 W |
Rango de temperatura (en funcionamiento) | 0 °C a +40 °C Almacenamiento: -20 °C a +70 °C |
Humedad relativa | Del 10 al 90 % |
Especificaciones técnicas subwoofer
Especificación | Detalle |
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Modelo: | SW02 |
Amplificador | 1 amplificador de clase D |
Potencia total de audio | 350 W (RMS) |
Procesamiento de audio | SoC de doble núcleo |
Rango de voltaje | 100-240 V ~50/60 Hz |
Woofers | 1 transductor de cono de celulosa de 8″ de largo alcance |
Respuesta de frecuencia | 27 Hz – 80 Hz |
Entrada de audio | 1x RCA mono, máx. 2 V |
Rango de temperatura (operación) | 0 ºC a +40 ºC |
Humedad relativa (en funcionamiento) | 10 a 90% |
Dimensiones (con pies) | Aprox. 27,4 x 36,9 x 27,4 cm |
Dimensiones (sin pies) | Aprox. 27,4 x 35,7 x 27,4 cm |
Peso | 8,2 kg |
Versión de Bluetooth | 5.2 Bluetooth de bajo consumo |
Códec de audio Bluetooth | BT Sub: 10 mW (máximo) |
Tabla de contenidos
Sacando la barra y el subwoofer de la caja
Como ya mostramos la otra vez, la Ambeo Mini (modelo SB02S) se presenta en un empaque de cartón robusto, de esos que te dicen «aquí dentro hay calidad». Todo encaja a la perfección, protegido con mimo, y al levantar la tapa, ahí está ella:
Dentro encontramos la barra, su mando a distancia (que no parece de juguete, ¡aleluya!), un cable HDMI 2.1, el cable de alimentación y la guía rápida de instalación y configuración.
Con el subwoofer Ambeo Sub, Sennheiser ha tenido el mismo gusto y cuidado con su embalaje. La caja es un señor paquete, y al sacarlo, sus 8,2 kilos te confirman que no estamos ante un subwoofer de postureo. Este cacharro tiene sustancia. El diseño, un cubo de líneas depuradas, es de esos que se integra con elegancia.
La AMBEO Mini: Pequeña pero matona
Repasemos la barra Ambeo Mini. Que no os engañe su nombre ni sus contenidas dimensiones -70 cm de ancho por apenas 6,5 cm de alto y 10 cm de fondo-. Esta «pequeña» es un prodigio de la ingeniería acústica alemana. Tiene un acabado en negro mate que evita reflejos y huellas dactilares. El cuerpo de la barra es de alta calidad y resistente.
En la parte de arriba trae los botones táctiles para la selección de la fuente de entrada, botón para activar la sincronización del Bluetooth, los ajuste de volumen y la activación del modo AMBEO. También trae un botón táctil para poder desactivar el micrófono si se desea. Y, aunque ahora están apagados, también se encuentran los indicadores del Dolby Admos y DTX que se iluminan si lo que está sondando está en dichos formatos.
Sobre las conexiones, cuenta con puerto HDMI eARC (2.1), Wi-Fi de doble banda (hasta el estándar «ax»), Bluetooth 5.0 (con AAC y SBC), y compatibilidad con Chromecast, AirPlay 2, Spotify Connect, Tidal Connect… ¡y hasta Alexa integrada gracias a sus cuatro micros de alta precisión! Por cierto, estos micros son los que usa para su autocalibración, adaptando el sonido a tu sala. Y sí, admite todos los formatos 3D que le eches: además del Dolby Atmos (TrueHD incluido) y DTS:X, también admite MPEG-H y 360 Reality Audio.
En su interior esconde nada menos que seis altavoces: cuatro de rango completo con cono de celulosa de 40 mm, que son los que dan esa magia sonora tridimensional, y dos woofers de 4 pulgadas, también de celulosa, mirando hacia arriba para dar ese empujoncito inicial a los graves. Todos ellos brindan un total de 250W (RMS) repartidos entre amplificadores de Clase D.
Pero la Mini no es solo músculo, también tiene cerebro, y uno bien amueblado. Un procesador de cuatro núcleos a 1,8 GHz se encarga de la tecnología AMBEO, que es la salsa secreta de Sennheiser para crear un sonido envolvente que te hace buscar altavoces donde no los hay. Hablamos de una respuesta en frecuencia de 43 Hz a 20 kHz.
El mando a distancia que trae, de tacto sólido y bien construido, incluye botones para encender/apagar AMBEO, ajustar volumen y cambiar fuente, así como modos preconfigurados (cine, música, noticias, deportes, neutral y adaptativo) y funciones específicas de “noche” -que suaviza los picos de sonido- y “voz” -que realza las voces-, ofreciendo todo lo necesario para controlar la barra de sonido.
El Sennheiser AMBEO Sub: El socio perfecto para sentir el trueno
Por su parte, el subwoofer Sennheiser AMBEO Sub (modelo SW02) complementa la barra con un refuerzo de graves contundente. Tiene un diseño compacto con forma cúbica de 27,4 cm de lado y 36,9 cm de alto.
Dentro ruge un woofer de 8 pulgadas de largo recorrido, también de celulosa, empujado por 350W de amplificación Clase D. ¿Su misión? Bajar hasta los 27 Hz. En la práctica esto significa que puede reproducir graves muy profundos (hasta cerca de 30 Hz efectivos), lo que aporta ese “subidón” extra en explosiones o notas graves eléctricas.
La conexión entre la barra y el sub es completamente inalámbrica (Bluetooth Low Energy 5.2 con el códec LC3), por lo que basta con enchufar el sub a la corriente; la sincronización se realiza automáticamente vía la app.
App Sennheiser Smart Control
La conexión con la Ambeo Mini es inalámbrica y, una vez emparejados a través de la aplicación Sennheiser Smart Control, el sistema de autocalibración hace su magia. Este sistema analiza la acústica de la estancia y ajusta la respuesta del conjunto para que el sonido sea el más óptimo, independientemente de si tu salón es grande o si se trata de un pequeño piso de estudiantes. Y vaya si lo consigue.
Desde la pantalla principal de la app controlas el volumen, el modo Ambeo (con sus niveles), eliges preajustes (cine, música, deportes o noticias), mejoras la voz o activas el modo noche. También ajustar el brillo de los indicadores LED, gestionar la conexión Wi-Fi, Bluetooth, servicios de música, usar Alexa, e incluso modificar ciertos parámetros del subwoofer y del códec de audio que se está emitiendo.
Además, la integración con tecnologías como Apple AirPlay 2, Spotify Connect, Tidal Connect, Amazon Music y Google Chromecast simplifica la conexión a la red Wi-Fi y la reproducción de contenido, por ejemplo, desde un iPhone de forma casi instantánea.
Las actualizaciones de software se realizan de manera automática, si bien se puedes verificar manualmente la existencia de nuevas versiones.
Pruebas y valoración
Ahora, lo bueno: ¿qué pasa cuando estos dos monstruos se ponen a trabajar juntos? Pues pasa que la magia se multiplica. A ver, seamos francos. En el mundillo del audio doméstico, a menudo nos venden la moto con promesas de «sonido de cine» que luego se quedan en un «bueno, no está mal para ver las noticias». Pero de vez en cuando, muy de vez en cuando, te topas con algo que te hace arquear una ceja, primero, y luego te deja con una sonrisa de oreja a oreja. Y ese es el caso con este conjunto.
Si sólo la barra, con sus seis altavoces internos, ya hacía un trabajo estupendo con los graves, llegando hasta los 43 Hz, ahora con el Ambeo Sub, se logra bajar hasta los 30 Hz. La Ambeo Mini, que ya destacaba por su virtualización AMBEO capaz de simular un sistema 7.1.4, se ve enormemente beneficiada por el aporte del Sub. Las explosiones en las pelis te sacuden el alma, la batería de tu grupo favorito suena con un «punch» que te eriza el vello, y las bandas sonoras te envuelven de una forma que asusta.
Lo bueno es que el Sub no se come al resto de frecuencias; los diálogos siguen siendo cristalinos, y los medios y agudos mantienen esa definición que tanto nos gustó de la Mini en solitario. Es más, al liberar a la barra de la tarea de reproducir las frecuencias más bajas, parece que esta trabaja con más soltura en el resto del espectro.
La integración es tal que no sientes que tengas dos aparatos distintos, sino un sistema de sonido cohesionado para ofrecerte una escena de sonido amplia y detallada. Ya sea disfrutando de contenido en Dolby Atmos, DTS:X o incluso con fuentes estéreo a las que la tecnología AMBEO aplica su «magia» de virtualización, el resultado es francamente bueno. Y si eres de los que les gusta tener el control, la app te permite ajustar el nivel del subwoofer y jugar con los distintos modos de sonido y ecualizaciones. Además, puedes reducir o ampliar el volumen del subwoofer en +/-10 dB e incluso activar la Phase 180º.
En juegos de acción o aventuras también notamos la diferencia: disparos y pasos son más contundentes y el ambiente de sonido general gana empaque gracias a ese “rumble” adicional.
En cuanto a conectividad, seguimos teniendo todo lo que ya ofrecía la Mini: HDMI eARC para una conexión con el televisor, Wi-Fi, Bluetooth, y compatibilidad con Alexa, Google Chromecast y Apple AirPlay 2. Vamos, que no te va a faltar de nada para enviarle tu música o el audio de tus series y películas favoritas. De hecho, Sennheiser permite conectar hasta cuatro Ambeo Subs a la barra, aunque con uno solo, para la mayoría de los salones «terrenales», vas más que sobrado para sentir cómo tiembla el suelo.
Si tuviéramos que ponerle alguna pega, quizás sería que el conjunto no es precisamente económico (entre los dos 1500 euros, la barra 800€ y el subwoofer también 800€). Pero, seamos sinceros, la calidad se paga, y lo que Sennheiser ofrece aquí es un sonido de primera división en un formato relativamente compacto. La Ambeo Soundbar Mini ya era una opción muy seria por sí misma -y que le dimos una puntuación de 4,6 estrellas sobre 5– , pero si le sumas el Ambeo Sub, la combinación se convierte en un auténtico cañón de sonido que hará las delicias de los más exigentes. Es una mejora sustancial, que redondea un producto que ya era sobresaliente.
Vamos, el conjunto de la Sennheiser Ambeo Soundbar Mini y el Ambeo Sub es una apuesta segura si lo que quieres es un sonido de cine en casa y sin llenarlo todo de altavoces. La barra pone la inteligencia y la espacialidad, y el subwoofer añade ese «punch» en los graves que te mete de lleno en la acción. Desde Islabit, no podemos más que recomendar este conjunto a quienes busquen un sistema de audio compacto y con un increíble rendimiento, por ello también le otorgamos nuestro premio.