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Lo importante de confiar en uno mismo

  • Las experiencias de vida desafiantes podrían «favorecer» que se moldeen personalidades exitosas
  • Resiliencia y adaptabilidad son cosas esenciales para que no se resienta la confianza en uno
  • ¿Cuál es la relación entre una infancia dura y una carrera próspera basada en confiar?

Más allá de las múltiples opciones que hay para invertir nuestro dinero, de las que solemos ocuparnos prácticamente a diario, queremos hablar de lo importante de la confianza en uno mismo, de mejorar en todos los detalles posibles para resultar un mejor partido, especialmente en el ámbito laboral, y cómo hacerlo desarrollando cierta habilidad.

Lo primero que tienes que tener en cuenta, y es probable que conozcas a algún empresario que lo haya dicho, es que no podemos seguir los pasos de nadie si estamos intentando forjar nuestro propio camino, una idea que bien podría ser poco natural para las personas que están acostumbradas a mantener las cosas, tal y como las conocen.

Jeff Bezos, Oprah Winfrey, Richard Branson, o incluso algunos históricos como Thomas Edison, apostaron por ellos mismos en un momento determinado de sus vidas, y los resultados de esas apuestan están a la vista de todos.

Confiar en ti parece fácil, pero no lo es

Si no lo pensamos detenidamente, podríamos creer que tenerse confianza es un requisito indispensable para triunfar. Sin embargo, si echamos un vistazo un poco más allá, nos encontraremos con que confiar en uno no es tan fácil.

Si nunca has sentido que no vales nada, es casi seguro que nunca has intentando levantar un negocio por tu cuenta. Cada mensaje sin respuesta es una prueba que debemos superar si estamos dispuestos a ser exitosos a la larga.

La confianza ilimitada y su origen

La principal explicación de por qué tantos individuos no tienen confianza está en aquellos que desbordan confianza. Extralimitarnos en cuánto nos fiamos de nosotros mismos puede llevarnos a fallar y hacer mella en la confianza. Caídos en el error, volver a ganar confianza es mucho más complicado que poder ir ganándola paso a paso.

No obstante, eso aplica a quienes tienen algo que perder. Pero, ¿qué pasa con quienes ya lo han perdido todo?

Hay una delgada línea que separa a quienes tienen confianza exagerada y quienes tienen la confianza justa. Diversos estudios han demostrado que entre las personas que tienden a una confianza exagerada están aquellas víctimas de episodios desafortunados durante su infancia, como el divorcio o la muerte de alguno de sus padres.

Estos eventos moldean la personalidad y, si bien pueden retraer otros rasgos, tienden a exaltar la confianza. Generalmente, aprenden a fuerza de sufrimiento que todo en la vida cambia, y que siempre existe salida.

Jan Koum, Tony Robbins y Bethenny Frankel son solamente algunas de las muestras de esta teoría.

La adversidad no es una condición previa para la confianza

Por supuesto, no se trata de que únicamente quienes han sufrido adversidades estén listos para triunfar. También hay muchísimas personas a las que les ha ido muy bien sin tener que atravesar estas circunstancias antes.

Igualmente, los informes son concluyentes y demuestran que una infancia dura obliga a trabajar algunos talentos.

Resiliencia

«La resiliencia es el proceso y el resultado de adaptarse con éxito a experiencias de vida difíciles o desafiantes», como la define la Asociación Estadounidense de Psicología. Es decir, sin experiencia desafiante no hay resiliencia.

Hace un siglo, los inmigrantes que más habían padecido en sus países, eran mayormente exitosos empresarios. Suponen tantos casos a lo largo de la historia, que el de Vito Corleone en el Padrino es un buen ejemplo.

Adaptabilidad

La adaptabilidad, como esa que tuvo Walt Disney para levantar un imperio en medio de la Gran Depresión, debería ser considerada otra capacidad imprescindible para los hombres y mujeres que se esfuerczan por lograr triunfar.

El resultado de la confianza en ti mismo

Si tu confianza no queda en jaque en algún momento, corres el riesgo de no estar preparado para cuando eso pase. No hay nada que puedes hacer para controlar totalmente tu entorno, y por eso debes estar listo para todo. Convivir con la incertidumbre que produce el poner en juego tu futuro te dará herramientas por demás valiosas.

Todos tenemos techos invisibles sobre nuestras cabezas que nos impiden alcanzar el máximo potencial. Arriesgarnos a que algo salga mal en pos de ser resiliente y adaptable es algo que seguramente vale la pena.

La buena noticia, si has tenido una infancia color de rosa, es que tanto la resiliencia como la adaptabilidad no son exclusivas de quienes la han pasado mal de chicos, sino que cualquiera puede desarrollarlas si se propone que aparezcan obstáculos suficientes como para que no les quede más remedio que incorporar dichas facultades.


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