Según el último informe de Adapty, las suscripciones semanales en iOS ya componen casi la mitad de los ingresos en más de once mil aplicaciones analizadas, con un crecimiento superior al observado en las compras únicas durante el primer trimestre.
En Estados Unidos y Europa, el precio medio de una suscripción semanal supera los ocho dólares, un aumento de más del 10% en lo que va de año. Este modelo resulta llamativo en utilidades y herramientas de productividad inmediata, donde los usuarios valoran el servicio a corto plazo, “a tope” para proyectos puntuales, aunque luego abandonan tras el primer mes.

Norte América lidera con casi la mitad de los ingresos procedentes de compras integradas, seguida de Europa con un cuarto del total. En Latinoamérica, los planes semanales aportan seis de cada diez dólares facturados, mientras que en Oriente Medio y África alcanzan más de la mitad.
A pesar del buen arranque, retener a los suscriptores resulta un verdadero quebradero de cabeza: la retención se desploma tras la semana 30 y, al año, apenas quedan usuarios activos. Para paliar esta fuga temprana, varias aplicaciones de renombre han probado pruebas gratuitas antes de invitar a suscribirse, apreciando un alza en el valor a largo plazo.
Smartphones y rivalidad en ventas
Mientras, el sector de telefonía móvil avanza a ritmo moderado. En el segundo trimestre, Apple despachó 46,4 millones de iPhone, un ligero aumento respecto al año anterior, impulsado por mercados emergentes que compensaron la caída de la demanda en China.
Samsung mantiene el liderazgo global con 58 millones de unidades gracias a sus modelos de gama media con funciones de inteligencia artificial, y Xiaomi ocupa el tercer puesto, seguido de vivo y Transsion.
La subida de precios y la inclusión de novedades tecnológicas marcan la estrategia de los fabricantes para sostener el alza de las ventas, pero al menos mantienen una senda de crecimiento interanual.
Tensiones regulatorias y navegadores
Paralelamente, Apple lidia con presiones legales tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea para flexibilizar su tienda de aplicaciones. La nueva Ley de Mercados Digitales ha obligado a la firma a admitir motores de navegación alternativos en iOS 17.4, pero los desarrolladores denuncian trabas técnicas y burocráticas que dificultan la aparición de navegadores basados en motores propios, más allá de WebKit.
Organizaciones como Open Web Advocacy sostienen que estas barreras buscan proteger los ingresos asociados a Safari, el navegador más rentable en la historia de Apple, que aporta hasta veinte mil millones de dólares anuales por contratos de búsqueda. Aunque Google y Mozilla han anunciado proyectos de navegadores personalizados, han pasado quince meses sin resultados palpables, lo que demuestra la complejidad de la batalla legal y técnica.
Apple apuesta por el deporte en directo
En otro frente, la compañía de Cupertino refuerza su catálogo de contenido en Apple TV+ con apuestas deportivas. Tras asegurar los derechos de la Major League Soccer y la MLB, ahora negocia pagar alrededor de 150 millones de dólares para emitir la Fórmula 1 en Estados Unidos, superando la oferta actual de ESPN.
Con ello pretende replicar el éxito de “F1: La Película” y atraer a fanáticos del automovilismo, dando un empujón a su servicio de vídeo en streaming con un producto de gran tirón. De materializarse, la F1 supondría un regalo para aficionados y un argumento de peso para captar nuevos suscriptores.