Review Teufel Theater 500, altavoces de torre de tres vías

Hoy tengo en mis manos algo grande, y no solo por su tamaño. Se trata de los altavoces de torre Teufel Theater 500, unas columnas que prometen un sonido de alta fidelidad a un precio bastante ajustado. Antes de meterme en faena, quiero dar las gracias a la gente de Teufel por haberme enviado una pareja de estos altavoces para que pueda contaros con todo lujo de detalles qué me han parecido.

Para los que no estéis muy puestos en el tema, Teufel es una marca alemana que se ha ganado una buena reputación por ofrecer productos de sonido con una muy interesante relación calidad/precio. Estos Theater 500 son unos altavoces de suelo de tres vías. ¿Y qué quiere decir esto de «tres vías»? Pues es como si dentro de cada altavoz hubiera tres especialistas: uno para los sonidos graves (las explosiones en las pelis, el bajo en la música), otro para los medios (las voces, por ejemplo) y un tercero para los agudos (los platillos de la batería, los efectos de cristales rotos). Esta separación del trabajo permite que cada sonido se reproduzca de una forma más limpia y definida.

Por sus especificaciones y características, pintan ser unos altavoces con sonido de calidad tanto para ver cine como para disfrutar de la música y, por supuesto, os daré mi opinión más sincera sobre si merecen o no un hueco en vuestro salón. Vamos a ello.

Especificaciones técnicas

Cuando recibí los Teufel Theater 500, lo primeo que me llamó la atención fue el tamaño de sus cajas. Cada altavoz viene en su propia caja de cartón, de unas dimensiones considerables y bastante robustas. En el exterior de las cajas, aparte de las típicas etiquetas de envío, se aprecia claramente el logo de Teufel y el aviso de «FRÁGIL» para que los transportistas traten los paquetes con el mimo que se merece un equipo de estas características.

Al abrir las cajas encontramos cada torre de altavoces perfectamente protegidos. Están encajados en gruesos moldes de espuma de color blanco que los inmovilizan por completo, y además vienen envueltos en una funda de tela para evitar cualquier tipo de arañazo durante el transporte.

Una vez todo fuera, vemos que el contenido es el justo y necesario:

• Las dos torres de altavoces, una por cada caja.
• 8 tapas protectoras para cubrir los 4 altavoces de cada torre.
• Un manual de usuario con la descripción técnica.
• Y dos bolsitas con 4 pies de goma adhesivos en cada una, un detalle muy práctico para colocar en la base y así proteger tanto el altavoz como el suelo de posibles rayaduras o de la humedad.

¿Por qué no trae ningún cable, ni siquiera de corriente? Esto es completamente normal cuando se trata de altavoces pasivos, lo que quiere decir que no tienen su propio amplificador interno, por lo que necesitan conectarse a un amplificador externo o a un receptor AV (Audio/Vídeo) para que funcionen. Este aparato, y mediante unos cables de altavoz, será el que les enviará la señal de sonido ya amplificada, por lo que es conveniente que tanto el amplificador o receptor AV sean de calidad para así poderles sacar todo el potencial de estos altavoces.

Altavoces de torre Teufel Theater 500: Diseño y características

Cuando te plantas delante de los Teufel Theater 500, lo primero que piensas es que son unas torres con una presencia imponente. Tienen un diseño sobrio y de líneas muy rectas, con un acabado en MDF de color negro que encaja sin problemas en casi cualquier decoración. No son precisamente pequeños, ya que se elevan por encima del metro de altura, con 20 cm de ancho y casi 30 cm de fondo.

Lo que más salta a la vista en el frontal es su configuración de cuatro altavoces o drivers. En la parte superior, presidiendo el conjunto, encontramos el tweeter (el encargado de los sonidos agudos), que está ligeramente hundido y rodeado por una especie de pequeña bocina o guía de ondas. Justo debajo, tenemos el altavoz de medios y, a continuación, dos woofers idénticos para los graves. Todos ellos tienen un cono de Kevlar, un material ligero y rígido, y están enmarcados por un anillo gris que rompe un poco la monotonía del negro. Los tornillos que los sujetan están a la vista, dándole un toque algo más industrial. Si prefieres un aspecto más elegante o tienes niñ@s curios@s en casa, que sepas que cada altavoz viene con su propia rejilla de tela circular e imantada para protegerlo tanto de esas manos curiosas como del polvo.

Un detalle de diseño muy particular es la base. La caja principal del altavoz está como levantada sobre unos pies, dejando un espacio libre por debajo. Esto no es un capricho estético, sino que es para una de sus características principales: el sistema Bass Reflex de disparo inferior o downfiring. Básicamente, el puerto por donde sale el aire apunta hacia el suelo para reforzar los graves, dispersando el sonido en 360 grados. La gran ventaja de esto es que nos da mucha más libertad para colocar los altavoces, permitiendo que los peguemos más a la pared sin que se «emborronen» los graves. Además, el canal está sobredimensionado para evitar turbulencias cuando se sube el volumen.

En la parte trasera, todo es muy limpio, comentando únicamente un doble juego de bornes de conexión. Esto permite hacer bicableado o biamplificación, que no es otra cosa que usar dos cables o dos amplificadores por altavoz para gestionar las frecuencias por separado y, en teoría, sacarle aún más partido.

Ahora bien, lo verdaderamente interesante está en su interior. Estamos ante un sistema de tres vías, algo poco común en altavoces de este precio. Como dije en la introducción, quiere decir que el sonido se divide en tres caminos: los dos woofers de 160 mm se dedican en exclusiva a los sonidos graves, el driver de medios de 160 mm se encarga de las frecuencias donde viven las voces y gran parte de los instrumentos, y el tweeter de 25 mm se ocupa de los agudos.

Pero Teufel no se ha quedado ahí y ha añadido varias tecnologías para afinar el resultado. Una de ellas es la Alineación de Tiempo, que retrasa físicamente la posición del tweeter respecto al resto, consiguiendo que el sonido de todas las frecuencias llegue a nuestros oídos a la vez, obteniendo un estéreo más preciso y detallado. Otra tecnología es el Concepto de Directividad Constante, que gracias a esa guía de ondas que rodea al tweeter, consiguiendo que se disperse ampliamente y uniformemente el sonido por todo el salón. Además, esto evita estar sentado justo en el punto exacto para disfrutar de un buen sonido, sino que la calidad se mantiene en diferentes posiciones de escucha.

Para rematar, dentro de la caja se esconde una cámara de amortiguación, que funciona siguiendo el principio del resonador de Helmholtz (un nombre muy técnico para algo que busca eliminar vibraciones y resonancias internas no deseadas). Al controlar estas «ondas estacionarias» de forma tan precisa, se logra que los graves sean más limpios y potentes sin necesidad de usar tanta amortiguación interna, que a veces puede «comerse» parte de la energía del sonido.

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Pruebas y valoración final

Tras varias semanas usando los Teufel Theater 500 como mi sistema principal, los he puesto a prueba con distintos estilos de música, unas cuantas escenas de cine y un par de videojuegos para ver cómo se desempeñan. Y debo decir que el resultado ha sido más equilibrado de lo que esperaba.

En la prueba de los graves, comencé con “Angel” de Massive Attack. Ese arranque de bajos se dejó notar con fuerza, pero sin resultar descontrolado, bajos profundos y secos, tan precisos que apenas hay rastro de vibraciones sobrantes. No esperaba un comportamiento así en este rango de precio (900 euros, aunque ahora en oferta por 700 euros). Despuéscambié a “Fast Car” de Tracy Chapman para centrarme en los medios. La voz de Chapman apareció nítida y cálida, con cada matiz definido, y las punteaduras de guitarra resultaron ágiles sin perder cuerpo. La transición entre graves y medios es prácticamente imperceptible, algo poco habitual en altavoces de esta categoría.

Cuando pasé a los agudos con “Bohemian Rhapsody” de Queen, noté que mantienen claridad y separación en los platillos y coros, aunque le falta ese matiz exquisito de gamas muy superiores. Si escuchas principalmente estilos con mucha energía -rock, electrónica, hip-hop o dub- no echarás de menos más detalle.

La imagen estéreo es otro punto a su favor. Con “Money” de Pink Floyd, la escena sonora se abrió por completo: pude distinguir con facilidad la pandereta a la derecha y los efectos de caja a la izquierda, mientras la línea de bajo se mantenía bien situada en el centro.

En cuanto a una sesión de cine con la escena inicial de El Caballero Oscuro, los disparos retumbaron con contundencia y los susurros de la banda sonora mantuvieron la tensión sin enmascararse. No eché en falta un subwoofer externo, los graves los 4 woofers del Theater 500 ofrecen más que suficiente cuerpo para meterte en la acción. Lo mismo ocurre con el videojuego Cyberpunk 2077, los motores de los coches y los diálogos adquieren presencia sin quemar el tweeter, y la atmósfera adquiere un plus de realismo. Para quienes alternan partidas con un cine en casa, son una elección muy acertada.

Para concluir, después de estas semanas de uso, puedo afirmar que los Teufel Theater 500 son unas torres potentes que se caracterizan, sobre todo, por unos graves contundentes y bien controlados, acompañados de unos medios claros y naturales. Su dinámica invita a subir el volumen, y la escena estéreo se percibe amplia y estable. El diseño es discreto pero robusto, y el Bass Reflex inferior facilita su colocación cerca de la pared sin sacrificar rendimiento.

Con un precio de 900€, aunque ahora aún se pueden conseguir más económicos al estar en oferta por 700 euros en la web oficial de Teufel, es complicado hallar un rival que ofrezca una sonido tan completo. Por todo ello, le doy nuestra insignia de producto recomendado y el premio a mejor Calidad/Precio.