Si menciono «Silent Hill«, ¿qué viene a tu mente?; probablemente el nombre Harry Mason en primer lugar, una escurridiza niña llamada Cheryl en segundo, un pueblo fantasma y copos de nieve cayendo del cielo en tercero, luego un callejón y una pesadilla con cadáveres bizarros bajo la luz de un encendedor, o tal vez una escuela tenebrosamente vacía que luego se transforma en una escuela de horror con pisos de rejas, quizás un gato saliendo de un armario de la escuela ofreciéndote el primer sobresalto durante el juego; Cybil Bennett, ¿te suena?; la enfermera Lisa y la pena que sentiste al descubrir la verdad sobre ella; el doctor Kauffman y la llave del motel en la motocicleta; de seguro la espantosa cara de Dahlia Gillespie, y la quemada de cerebro tratando de descifrar que tenía que ver la pobre Allesa Gillespie en todo aquello; o quizá a un Harry Mason siendo absorbido por los extraterrestres desde lo alto del faro (quinto final del juego); ¿matar o no matar a Cybil Bennett?; ¡que momentos!.

Aquel año, 1999, fue uno de los mejores para los videojuegos, ya que vieron la luz títulos como el ya mencionado, Resident Evil 3, Dino Crisis, Chrono Cross, Medal of Honor, y Final Fantasy VIII, convirtiéndose en un año dorado para los títulos de la PSX, PC, y N64 respectivamente. ¿Te atreverás a revivir el horror de la ciudad maldita una vez más?. Sí aún no te decides, te dejo el video del intro de Silent Hill para que te convenzas.
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