El proyecto de la Universidad de Carnegie Mellon, que inicialmente era un proyecto de investigación, se ha convertido en una medida de protección web contra spam y fraudes en miles de sitios webs, proporcionando CAPTCHAs extraídos de los textos impresos. Google ha reforzado su reconocimiento óptico de caracteres (OCR) con la adquisición de reCAPTCHA.
«Los CAPTCHAs estás diseñados para permitir a los humanos y evitar que los programas maliciosos entren, o de obtener millones de cuentas de correo electrónico para enviar spam. Pero hay un toque, las palabras en muchos de los CAPTCHAs proporcionadas por reCAPTCHA provienen de los archivos escaneados de periódicos y libros antiguos», explicó Will Cathcart, Google Product Manager, en una post del blog oficial.
«Los ordenadores encuentran dificultad para reconocer estas palabras porque la tinta y el papel se han degradado a lo largo del tiempo, pero si los escribe en un CAPTCHA, multitud de ordenadores leerán el texto escaneado.» También afirma Cathcart que la tecnología reCAPTCHA puede utilizarse para mejorar el proceso de OCR de convertir las imágenes escaneadas en texto plano.
Luis von Ahn, fundador de la compañía en 2008, anotó que Google era el «mejor ajuste» para reCAPTCHA. «Desde el principio, la gente suponía que el proyecto estaba vinculado a Google, por lo que sólo tiene sentido que reCAPTCHA Inc. en última instancia encuentre una casa en Google».