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El futuro de los eventos presenciales y virtuales

  • La pandemia por Covid y el confinamiento catapultaron para siempre los eventos puramente físicos
  • Los eventos virtuales asoman como su inevitable reemplazo, pero no desatienden lo presencial
  • ¿Cómo se ubican el metaverso en la transición y cuál es el modelo de evento del mañana?

A medida que aparecen nuevas tecnologías que posibilitan que nos sintamos presentes en algún lugar aunque no estemos físicamente en él, las reglas de juego para los eventos irán cambiando y no sabremos en qué dirección. Dicho de otra forma, el futuro de los eventos se está decidiendo ahora, y tanto presenciales como virtuales ofrecen ventajas que son más que suficientes para pensar que en los próximos años deberán convivir.

En efecto, hay un cambio innegable en las lógicas de vida de los seres humanos, y ese cambio es la digitalización. Prácticamente ya no pasa un día sin que tengamos contacto con teléfonos inteligentes, transmisiones en vivo, comunicaciones virtuales con personas al otro lado del mundo, y demás aprovechamientos de Internet.

La teoría indica que mientras esta modalidades van cogiendo fuerza, otras más antiguas deberían ir perdiéndola. Podríamos mencionar como un buen ejemplo de esto a los eventos físicos, que venían perdiendo popularidad ya hace algunos años, pero que han quedado reducidos a la mínima expresión como consecuencia de la pandemia y el confinamiento. Pero sería un error pensar que todo esto se lo debemos al Covid-19.

Las explicaciones del fenómeno

A la hora de buscar respuestas a muchas de las preguntas que podemos estar haciéndonos, habrá que enfocarse en ciertos hitos de la industria tecnológica como las videollamadas, que nos habilitan a asistir a cualquier reunión social sin siquiera tener que salir de la cama, desde la comodidad de nuestro hogar y sin perder tiempo ni dinero.

A diferencia de lo que pasaba hace décadas, o bien años, los eventos digitales son más accesibles para todos. Desde los organizadores hasta los participantes sienten un enorme alivio al saber que no tendrán que buscar sitios con las comodidades necesarias para alojar cientos de personas, ya que eso queda resumido a un servidor fiable.

¿Quiere decir esto que el sistema es perfecto? ¡Para nada! Si has asistido a videoconferencias sabrás que siempre hay problemas con la calidad del vídeo, con la nitidez del audio, etc. Y por lo general es imposible mantener ese contacto visual natural de las reuniones en personas, y el lenguaje corporal está supeditado a otros factores.

Una salida económica para las empresas

En tanto la actual crisis económica se mantenga, las compañías seguirán apostando por las participaciones digitales. Las plataformas que se utilizan son cada vez más inteligentes y permiten recrear el contacto humano mucho más acertadamente. Esto lleva a pensar que casi no habrá eventos 100% físicos, pero tampoco 100% virtuales.

La clave está en que así como los eventos físicos agregarán con total seguridad elementos virtuales que enriquezcan la experiencia de sus asistentes, los eventos virtuales nunca dejarán de emular las sensaciones del contacto físico. Pareciera que el camino nos conduce irremediablemente a los eventos híbridos, y es una buena noticia.

No es casual, en absoluto, que la mayoría de las firmas estén trabajando en desarrollar atractivos metaversos. Conscientes del interés in crescendo por los entornos virtuales, deben «educar» al cliente en este sentido.

Los negocios del mañana

Independientemente del modo en el que se ejecuten, los eventos virtuales son el futuro de los negocios. Constantemente somos testigos de cómo están infinitamente más estandarizados en los espacios de actividad modernos, sino que también son prácticos. Y la gamificación de eventos virtuales es otra insoslayable ventaja. Publicar juegos y plataformas de participación que sean más baratos supone otro rompimiento con el pasado.

En las estadísticas, el público tiene en claro qué es lo que nos espera, y en cierta manera señala el destino. Entre quienes asistieron a más de diez eventos el año pasado, la mitad sólo participó en eventos de tipo virtual. Solamente el 13% asiste nada más que a eventos físicos. La gente, si es que aquel concepto general existe, comenzará a inclinarse lentamente por los eventos digitales y servicios que los posibilitan, como Teams.

No es que los eventos físicos ya no tengan lugar, siguen siendo increíblemente importantes pero más excepcionales. Cuando ameriten realizarse, habrá un componente virtual porque sería extraño y desilusionante que no lo hubiera.

Por su lado, los eventos digitales seguirán creciendo hasta copar el mercado, y se enfocarán más y más en poder replicar esas sensaciones que sólo el contacto físico puede proponernos, aún cuando esté en desuso.

¿Qué opinas del futuro de los eventos? ¿Hacia qué dirección crees que nos dirigimos al respecto?


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