programar desde niños

¿Por qué todos deberían programar desde niños?

  • Claro que podemos aprender a programar de adultos, pero sobran razones para hacerlo de niños
  • ¿Cuáles son los motivos preponderantes y qué dicen los pronósticos sobre esta salida laboral?

A estas alturas ya casi nadie duda de que la programación es el futuro en lo laboral para millones de personas pero, ¿por qué todos deberían programar desde niños? En este artículo analizamos algunas de las ventajas que esta clase de conocimientos suponen para los más pequeños, y por qué es una buena idea que nuestros hijos tengan contacto temprano con los diferentes lenguajes que existen, para ir acostumbrándose a ellos.

En efecto, las tecnologías que poco a poco se van desarrollando para hacernos la vida más fácil, están basadas en los lenguajes de programación a los que tenemos acceso hoy amén de otros, los que irán apareciendo en el futuro. Estamos rodeado de interfaces informáticas allí donde vamos, desde el móvil hasta el coche, pasando por esos dispositivos de nuestras casas inteligentes, que facilitan la interacción los distintos ambientes de la casa.

Estas interfaces serán más y más comunes a medida que pase el tiempo, y por eso los menores que las dominen partirán con una posición privilegiada en términos de integración, más allá de otros beneficios que veremos.

¿Por qué es clave programar desde niños?

Se aprende más rápido

Cuando nuestros padres eran jóvenes, se les hacía elegir un idioma en la escuela, casi siempre el inglés y tal vez otro como complemento. La generación de nuestros hijos, por decirlo de forma general, debería estar expuesta desde sus primeros años a los lenguajes de programación. Aquel mito de que se aprende mejor en la niñez es totalmente cierto.

De movida, los niños tienen muchísimo más tiempo libre que los adultos, y eso es indispensable para aprender algo. Básicamente, porque si queremos adquirir una habilidad, tendremos que entrenarla lo suficiente. Eso lleva tiempo.

Su cerebro aún está en una etapa formativa, lo que les facilita incorporar nuevos saberes. Independientemente de si se trata de un idioma o un lenguaje de programación, estarán abiertos a absorber conocimientos y aplicarlos.

Mejora el rendimiento académico

Que tu hijo tenga un primer acercamiento a los lenguajes de programación no le obliga a dedicarse a ello, para nada. Aún así es una gran opción, porque programando aprenderán matemáticas, lógica y otras ciencias importantes.

Por fuera de las cuestiones técnicas, lograrán aplicar un pensamiento computacional y mantener una comprensión general de las situaciones para resolver problemas, evaluando las salidas y la implicancia de sus decisiones.

Se toparán con que tienen una imaginación que puede que no hayan mostrado en otros ámbitos, y harán todo esto sin saber que lo están haciendo, algo imprescindible por esa cierta negación que suelen experimentar los jóvenes.

La codificación les abre las puertas del empleo

Probablemente te gustaría asegurarte que, si algo te pasa, tu pequeño tendrá las puertas laborales abiertas. Entre todas las inversiones que puedes hacer para que tenga un porvenir próspero, que programe es la mejor.

Prácticamente todas las industrias actuales necesitan programadores, y pasarán años antes de que la demanda baje. Por ejemplo, la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos prevé que la búsqueda de profesionales como desarrolladores web y diseñadores digitales crecerá hasta un 23% entre 2021 y 2031. ¿Nada mal, no?

Habrá sectores que sumarán programadores como nunca lo hubieran pensado, por caso el sector financiero. Un buen porcentaje de nuestras finanzas ya las manejamos virtualmente, y hacia allí van todas las industrias.

Les acerca a las ciencias

La pandemia y el confinamiento evidenciaron cuán interconectada e interdependiente es la humanidad. Conocimos así algunos de los desafíos que tendrán que afrontar las nuevas generación del espectro médico.

Cualquier investigación que se haga en materia de salud estará supeditada a aprovechar las interfaces informáticas, el aprendizaje automático y las cualidades predictivas de los ordenadores, en combinación con la propia medicina.

Algo similar podría afirmarse de las investigaciones acerca del planeta y qué podemos esperar del cambio climático. Conocer los aspectos objetivos de esas ciencias tendrá tanto sentido como programar alrededor de esa expertise.

Les genera confianza

La autoestima ya es un asunto complejo hoy en día, y no podemos concluir otra cosa que que seguirá siéndolo luego. Sentirse empoderados les permitirá ganar confianza y moverse entre sus pares con soltura desde muy chicos.

Los niños sabrán valorar el esfuerzo de aprender a programar, la frustración que produce un código erróneo, y la enorme satisfacción que produce un proceso exitoso, sin tener que hacerlo en un trabajo poco cualificado.

En síntesis, a nuestros niños les aguardan retos de todo tipo, y lo mejor es poner en sus manos herramientas que les permitan ser libres. Enseñar a los jóvenes a programar no es otra cosa que darles ese empujón que necesitan para comprender y responder las demandas de hoy, mañana y pasado mañana, sin incertidumbre por su salida laboral.


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