Por fin llegó el tan esperado momento de millones de fans de WoW. Desde la pasada madrugada, los usuarios de todo el mundo han empezado a jugar a la tercera expansión World of Warcraft, Cataclysm, que cuenta con nada menos que de 12 millones de suscripciones.
En España también hubo revuelo para la adquisición de una unidad del juego. Por ejemplo, más de 3500 personas hicieron ayer cola en la Fnac para poder hacerse con una copia de World of Warcraft: Cataclysm, y todas fueron firmadas por Cory Stockton y Rob Sevilla, del equipo de desarrollo del juego, Blizzard. En los momentos de más asistencia (justo antes del comienzo de la venta del juego, a las 22,30) el final de la cola se perdía en el horizonte. Las primeras personas de la cola, un grupo de 20, llevaban allí desde la madrugada del día anterior. Para aliviar la espera, se organizaron sorteos, premios a los mejores disfraces, y actividades relacionadas con el juego.
Según Mike Morhaime, presidente ejecutivo y cofundador de Blizzard Entertainment, «Cataclysm añade una increíble cantidad de contenido nuevo», lo que «revitaliza el mundo del juego y desarrolla todo lo que hemos aprendido desde el lanzamiento de World of Warcraft hace más de seis años».
Más allá de los cambias de interfaz e historia que hay detrás de Cataclysm, existen una gran cantidad de trabajo realizado bajo la máscara de World of Warcraft, pero lo más importante se podría decir que es el nivel máximo del juego, que se ha elevado a 85. Otras de las nuevas características son la adición de nuevas ciudades, nuevas misiones, dos nuevas razas (Worgen y Goblins) y la capacidad de subir en todas las monturas voladoras de Azeroth.
Si aún no tienes el World of Warcraft: Cataclysm, puedes adquirirlo en dos variantes, la edición estándar, que cuesta 35 euros, o la edición coleccionista, que se eleva su precio a 70 euros y cuenta con una caja de cartón con apariencia de un libro antiguo, que incluye un libro de arte con tapa dura de 176 páginas, 17 pistas de audio, un DVD con imágenes y vídeos de los desarrolladores en pleno trabajo con WoW: Cataclysm, una mirada retrospectiva de la historia de Word of Warcraft; una alfombrilla para el PC; una baraja formada con 60 cartas de la colección Warcraft; y el juego, obviamente.