Mientras ETH cotiza entorno a los 3800 dólares, cerca de los $4000 psicológicos, la red de Ethereum atraviesa un ajuste que podría mejorar su rendimiento. El límite de gas, que regula la carga de cada bloque, está en fase de aumento. Vitalik Buterin anunció en X que casi la mitad de los validadores votó elevarlo hasta 45 millones de unidades, y actualmente ronda los 37,3 millones. El objetivo es procesar más operaciones en cada bloque, de media cada 12 segundos, buscando una cadena más veloz y fluida… pero sin que el motor termine gripado.
Los ingenieros de Geth, el cliente con más cuota de mercado en la red, han afinado su software para acompañar esta decisión. La versión 1.16.0 recorta el peso de los nodos de respaldo de más de 20 TB a apenas 1,9 TB, un cambio que Vitalik describió como un ejemplo del “trabajo duro” del equipo. Aunque algunos usuarios alertan: “¿De verdad estamos ampliando con criterio o simplemente subiendo la temperatura y esperando no quemar nada?”, una expresión coloquial que refleja el nerviosismo latente en ciertos sectores.
Subida paulatina y nivel de votos
El ajuste del límite se aplica con mesura, cada bloque puede incrementarlo un 0,1 % respecto al anterior. Esta fórmula escalonada pretende que el sistema absorba la potencia extra sin generar desequilibrios. En mayo, el tope estaba en 36 millones y hoy alcanza los 37,3 millones, mientras que el voto favorable recaba el 50 % de las papeletas. De mantenerse este pulso, pronto podría superarse la cifra de 45 millones.
La combinación de códigos mejorados y mayor capacidad apunta a multiplicar por diez la eficacia de la capa base de Ethereum, la denominada “Ethereum 10x” de Buterin. Se trata de avanzar sin que las reglas queden en manos de unos pocos. Tras la mejora de Geth, los nodos pequeños podrán sincronizarse con menos recursos, pero aún así existe el riesgo de que queden rezagados los participantes con infraestructuras modestas.
Si cada bloque transporta más datos, la gestión se vuelve más compleja y quienes cuenten con menos medios podrían verse forzados a retirarse. Por lo que la red perdería su espíritu original de acceso abierto. Por ello, el incremento se efectúa de forma contenida, y las actualizaciones de clientes deben acompañar cada paso. Vitalik insiste en que la ruta avanzada requiere herramientas sólidas y la aceptación de la comunidad.