Después de tantas idas y venidas Apple ha admitido el rastreo a los usuarios mediante distintos métodos que le permitían saber en donde se encontraban los mismos.
En unas “preguntas y respuestas” que se hicieron públicas ayer, Apple afirmó que usa las torres de comunicación que remiten las señales para los dispositivos móviles y las redes Wi-fi con la finalidad de crear un registro o base de dato a la cual puede utilizarse con el iPhone cuando el GPS está imposibilitado de recibir señales, tal como sucede cuando el usuario se introduce en un edificio, por ejemplo.
Luego, dicha base de datos se transmite, aparentemente de modo anónimo, a Apple quien se vale de ella para crear un mapa virtual, el cual es a su vez descargado nuevamente a los iPhone para cumplir con los servicios de localización.
