Lluvia de litigios es lo único que reina en el mundo tecnológico últimamente; pero a diferencia de otras demandas, ésta vez no recae en un pleito entre compañías, sino entre consumidores y «la compañía». Apple es demandada en España por sus propios usuarios, los cuales acudieron a la Organización de Consumidores («FACUA«), para quejarse válidamente sobre la supuesta estrategia de la de Cupertino con relación a la extensión de la garantía, obligándolos prácticamente a adquirir un plan extendido.

Las molestias iniciaron al llegar correos electrónicos a los buzones de los usuarios de la marca de la manzana, estableciendo que su periodo de garantía por un año estaba cerca de su vencimiento, y seguidamente era ofrecido el plan de extensión en cuestión. Un argumento legal sólido, y otro un tanto inestable, pero que definitivamente tendrán en jaque a Apple por un rato. Cuándo no las corporaciones tratando de exprimir al usuario.