Bose presenta la segunda entrega de sus auriculares intrauditivos QuietComfort Ultra, una actualización que mejora aquello que ya funcionaba bien: menor tamaño, elegante acabado metálico y más herramientas para ajustar el sonido y la supresión de ruido al gusto del usuario.
La nueva versión conserva las bases acústicas que han identificado a la marca, pero añade funciones que actúan sobre cómo el auricular percibe y responde al entorno. Entre estas mejoras hay procesamiento con apoyo de algoritmos para que en las llamadas se reduzca el ruido de fondo, una mejor trabajada cancelación de ruido adaptativa y la posibilidad de controlar desde la aplicación algunos parámetros que antes no eran modificables, como los gestos táctiles.
Bose QuietComfort Ultra Earbuds 2ª generación: Cancelación de ruido
Micrófonos externos e internos toman constantemente medidas del entorno y generan una contrafase que atenúa los sonidos no deseados casi en tiempo real. A esto se suma unas puntas de silicona y un correcto ajuste que bloquean parte del sonido por vía mecánica.
Además, Bose incorpora su sistema de calibración individual, que analiza cómo cada oído responde al sonido y ajusta la cancelación y el rendimiento para cada conducto auditivo, buscando un equilibrio mucho más preciso que el que ofrece un ajuste estándar.
En llamadas y cuando se habla con asistentes, cada auricular usa cuatro micrófonos que filtran las señales ambientales y priorizan la voz. La supresión basada en inteligencia artificial trabaja en segundo plano para reducir ruidos y dejar la voz en primer plano, lo que se traduce en conversaciones más nítidas incluso en entornos con ruido variable. Además, la cancelación adaptativa (llamada ActiveSense) modula su actuación según la intensidad y duración de los sonidos ambientales, sin que el usuario tenga que andar tocando ajustes todo el rato.
Sonido espacial y control personal
Para mantener la presencia de los graves aunque se baje el volumen, el sistema aplica ecualización dinámica que ajusta graves y agudos en función del nivel de reproducción para conservar la integridad tonal. Esto evita que las frecuencias bajas se pierdan en niveles bajos, un problema habitual en muchos auriculares.
La ergonomía admite hasta nueve combinaciones distintas de puntas y bandas de sujeción, facilitando encontrar un ajuste estable sin que los auriculares se muevan al caminar o hacer gestos.
La app de gestión permite confirmar el ajuste correcto mediante una prueba y ofrece acceso a modos predefinidos: silencio total, escucha ambiental y variantes centradas en la inmersión sonora. Para quienes prefieren menos interacción física, ahora existe la opción de desactivar los controles táctiles desde la app; también es posible consultar el nivel de batería del estuche y configurar atajos.
En cuanto a conectividad, soportan habituales perfiles Bluetooth y añaden compatibilidades pensadas para reducir latencia y mantener la calidad: certificación Snapdragon Sound (aptX Adaptive), emparejamiento rápido con dispositivos Android y la función que facilita la conexión con otros equipos de la marca.
Autonomía, resistencia y disponibilidad
En condiciones normales de uso, la autonomía alcanza unas 6 horas de reproducción por carga, que se reducen a alrededor de 4 horas si se habilita el modo de inmersión completa. El estuche ofrece hasta otras 24 horas y admite una carga rápida -con 20 minutos se consiguen unas 2 horas de reproducción-. También hay compatibilidad con estaciones de carga inalámbrica (el cargador no se incluye); para lograr una recarga correcta es importante centrar el estuche sobre la base hasta que un LED avise con una señal fija ámbar.
Para tranquilidad en el día a día, los auriculares cuentan con protección contra salpicaduras y sudor certificada como IPX4, y la funda resiste la humedad que pueda acumularse al guardarlos. Se comercializan en tres tonos: negro, blanco ahumado y un púrpura oscuro llamado Deep Plum. El precio recomendado es de 329 euros.