La ciudad de Alcoy, situada al sureste de España, Comunidad Valenciana, se prepara para mostrar los frutos de su proyecto AL-COIN en el III Congreso Big Data y Ciudades Inteligentes, que tendrá lugar los días 15 y 16 de octubre.
Aunque tenga un nombre parecido a «altcoin«, realmente no tiene nada que ver. AL-COIN, criptomoneda local, ha superado con nota su primera prueba de fuego durante la campaña del Bono Digital Jóvenes Mercado, confirmando que la herramienta es viable tanto desde una perspectiva técnica como regulatoria.
El ensayo se ha desarrollado dentro del Sandbox Urbano que el propio Ayuntamiento ha puesto en marcha, un entorno controlado que ha permitido un desarrollo seguro y colaborativo del sistema. Parece que, después de todo el trabajo, la cosa funciona y está lista para ser mostrada. La presentación correrá a cargo de la catedrática Carmen Pastor, una de las principales artífices del diseño jurídico, y Fernando Raduan, socio director de RadWare Labs.
La prueba inicial ha contado con la participación de 300 compradores y 50 negocios activos en los mercados municipales, unas cifras que sitúan a Alcoy como un caso de estudio pionero en España.
Los datos demuestran que las administraciones locales tienen la capacidad de articular instrumentos de pago digitales propios, siempre que se ajusten a la normativa financiera europea.
Detalles de AL-COIN
AL-COIN es una moneda digital no reembolsable, no permite transferencias entre usuarios, tiene una fecha de caducidad programada y su uso está restringido exclusivamente a los mercados del municipio.
Estas condiciones aseguran que el dinero se mantiene circulando en la economía de proximidad, que es para lo que fue concebido. El sistema tecnológico que lo sostiene ha probado su solidez, gestionando picos de hasta 300 solicitudes por segundo e incorporando módulos de inteligencia artificial para la detección de cualquier anomalía.
El buen hacer de AL-COIN reside en un astuto encaje legal y en la cooperación entre distintas entidades. El proyecto se acoge a la exención de “red limitada” contemplada en la directiva europea de servicios de pago PSD2. Esto permite su puesta en marcha en un área acotada sin necesidad de someterse a los estrictos regímenes de supervisión de los servicios financieros convencionales. Dicho de otro modo, han cuadrado el círculo para que una herramienta municipal de este calibre sea perfectamente legal y operativa.
La gestión del día a día ha sido responsabilidad de la Cámara de Comercio de Alcoy, mientras que todo el esqueleto jurídico y tecnológico ha sido desarrollado por el Proyecto Prometeo de la Generalitat Valenciana, bajo la dirección de Carmen Pastor.
Este modelo establece un precedente para que otras localidades españolas puedan animarse a crear otras soluciones parecidas, demostrando que con los recursos municipales y la colaboración adecuada se pueden sacar adelante proyectos de gran calado.
El proyecto continuará activo hasta el 30 de septiembre para realizar las últimas pruebas de carga y preparar un informe final que sirva de guía para su replicación.