EA, el consagrado estudio detrás de franquicias de renombre como FIFA, Madden NFL o Los Sims, se encuentra en la recta final de unas negociaciones que podrían sacarla del mercado bursátil. La venta de Electronic Arts podría llegar pronto tras una oferta de 50000 millones de dólares para privatizar la compañía, orquestada por los inversores de capital privado Silver Lake y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí.
De materializarse, esta operación se convertiría en la mayor adquisición apalancada de la historia, un tipo de transacción financiera en la que gran parte del coste es asumido como deuda por la propia empresa comprada. La noticia, adelantada por The Wall Street Journal, provocó una subida del 15% en el valor de las acciones de EA durante la tarde del viernes, evidenciando el nerviosismo del mercado.
El apetito inversor de Arabia Saudí
La participación del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí no es una casualidad, sino la continuación de una decisión calculada para diversificar su economía más allá del petróleo y posicionarse como un actor principal en la industria del entretenimiento.
En los últimos años, el reino ha destinado decenas de miles de millones a este sector, adquiriendo participaciones en algunas de las compañías más grandes. Ya posee cerca del 8 % de Nintendo, lo que le convierte en su mayor inversor externo, y tiene porcentajes minoritarios en gigantes como Activision Blizzard y Take-Two Interactive.
La compra de una editora del calibre de Electronic Arts supondría su movimiento más audaz hasta la fecha. Sin embargo, esta fuerte irrupción de capital saudí ha despertado recelo y acusaciones de «lavado de imagen», una táctica para desviar la atención de su historial en materia de derechos humanos, como el asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi en 2018.
Esta controversia ya ha tenido consecuencias directas anteriormente. En 2020, Riot Games canceló una asociación con el reino tras las quejas de su comunidad. Más recientemente, a finales de 2022, el equipo de deportes electrónicos Team Liquid dijo que donaría la mitad de sus ganancias obtenidas en eventos saudíes a un colectivo pro-LGBTQ+, en protesta por la criminalización de la homosexualidad en el país.
A estas preocupaciones éticas se suman las puramente empresariales. Las adquisiciones apalancadas suelen venir acompañadas de drásticos recortes de costes para aligerar la deuda asumida, lo que a menudo se traduce en despidos y una reducción de la calidad o cantidad de los servicios. Aunque la rentabilidad de EA es enorme, un cambio de propietarios con estas características podría alterar por completo las directrices estratégicas de la compañía y, para los jugadores, cambiar las reglas del juego.
La posible venta de un coloso como EA destapa una realidad latente en el sector de los videojuegos
Los datos del último año fiscal de la propia compañía son bastante elocuentes, ya que el 75 % de sus ingresos provinieron de los servicios en vivo -microtransacciones y contenido adicional para juegos ya existentes- y no de la venta de nuevos títulos.
Parece que los jugadores prefieren quedarse en sus universos conocidos antes que saltar a nuevas propuestas. Esta situación ha llevado al analista Nicholas Lovell a especular que la industria abandona una fase de constante innovación para entrar en otra donde el objetivo es rentabilizar al máximo los mismos juegos. Desde esta perspectiva, la cúpula de EA podría estar viendo estos 50000 millones como la valoración más alta que alcanzarán jamás, considerando que es el momento justo para vender.