Desde hace varios años la gigante de la manzana blanca, Apple, suele renovar sus principales series de ordenadores anualmente, tratándose en la mayoría de veces de cambios significativos, así como se pudo ver en el caso de las MacBook Air este año que han suplantado totalmente al tradicional MacBook.
El pasado fin de semana le ha llegado el turno a su portátil más potente, el MacBook Pro, los cuales han recibido una actualización netamente interna, ya que su aspecto por lo visto sigue siendo del agrado de Cupertino, por lo que el cambio podría considerarse ligero, pero importante.

En el caso del modelo de 17 pulgadas su gráfica pasa a ser una AMD 6770M y el procesador básico es un Intel Core i7 a 2.4 GHz. Los precios como es costumbre se mantienen.