El mundo de la tecnología móvil ha evolucionado a tal escala que los usuarios cada vez exprimen más el potencial de estos terminales, que actualmente son tan potentes que hasta incorporan procesadores de doble núcleo (y más temprano que tarde llegarán los Quad-core) por lo que se han convertido en computadores de bolsillo.
Una de las más conocidas pruebas de poder que se le aplica a un móvil o tableta es el overclock, lo que significa forzar hasta conseguir la mayor frecuencia y por ende potencial del CPU (procesador) del dispositivo, y así medirlo con otros. El día de hoy la «víctima» ha sido uno de los modelos del Samsung Galaxy S II en Estados Unidos, que ha dado resultados sorprendentes.

No se puede dejar de imaginar hasta cuanto llegarán los Quad-core.