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¿Qué son los gráficos integrados?

  • Tanto aplicaciones profesionales como videojuegos serían imposibles de ejecutar sin una GPU dedicada pero, incluso en estos tiempos, siguen existiendo equipos con gráficos integrados
  • Los gráficos integrados pueden ser cada vez menos atractivos, pero en ciertos ámbitos todavía se les tiene como una buena solución, así que analizamos por qué siguen entre nosotros

Artículos y artículos podrían escribirse acerca de ellos. A veces ridiculizados por quienes tienen que editar videos o disfrutan sus juegos y requieren de mayor potencia, los gráficos integrados pueden resultar muy útiles. Después de todo, es sólo una cuestión de enfoque y podemos llegar a valorarlos en su justa medida si entendemos a aquellos usuarios que siguen sintiéndose cómodos con ellos, y piensan y que no necesitan nada más.

El caso es que los gráficos integrados, aquellos que refieren a una GPU o unidad de procesamiento de gráficos integrada dentro de la CPU, la unidad de procesamiento central, probablemente no exhiben el potencial de los gráficos dedicados, pero tampoco pretenden conquistar al público que sabe que le hace falta esta inversión.

La teoría: los gráficos necesitan hardware especializado

Como decíamos, los gráficos por computadora modernos, con videos de alta definición y representación 3D detallada en videojuegos y aplicaciones profesionales, son un trabajo exigente, que un gráfico integrado no puede abordar.

Esto sucede porque, aunque cualquier CPU puede crear o renderizar gráficos, carecen por lo general del tipo de arquitectura adecuado para hacerlo de forma eficiente, lo que significa que hace falta una GPU dedicada.

Por eso mismo, la industria se ha encargado de desarrollar GPUs específicas, que se construyen desde el inicio. Éstas son excelentes para resolver las ecuaciones matemáticas que calculan los valores correctos para hacer frente a los millones de píxeles que deben moverse por segundo. Hoy en día, todos los dispositivos, desde smartphones hasta ordenadores, poseen sus propias GPUs, que responden a las demandas crecientes de los consumidores.

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Gráficos integrados frente a gráficos dedicados

Cuando adquirimos una PC, sea de escritorio o un portátil, la hoja de especificaciones hará hincapié en los gráficos únicamente si son dedicados. Si son integrados, es posible que la referencia a ellos sea casi inexistente.

A partir de esta característica se van desarrollando otras, que normalmente van de la mano con sus gráficos. Muchas veces, por ejemplo, las GPU dedicadas tienen mecanismos de enfriamiento propios y administraciones de energía eficientes. Es decir, una GPU dedicada es casi una segunda CPU, autónoma y con sus propios recursos.

En los gráficos integrados, la GPU comparte absolutamente todo con la CPU, y por eso lo de GPU integrada. Podemos observarla dentro del mismo paquete que el procesador, se enfría con el mismo disipador y difusor de calor. Y comparte la misma memoria que la CPU, por lo que los límites entre ellas se vuelven difusos.

En los equipos con GPU integradas, éstas vienen con su propia placa de circuitos, o tarjeta gráfica, como se le dice. Esta tarjeta gráfica se inserta en la placa base de la computadora. Y puede tener sus conexiones de alimentación, que salen directamente desde la fuente de alimentación del ordenador, para complementar la CPU.

En el caso de los portátiles, las gráficas dedicadas pueden comercializarse como parte de un paquete extraíble. Comúnmente, no obstante, están soldadas a la placa base, más allá de funcionar de manera independiente. Contemplan su propia refrigeración, memoria y alimentación, como es habitual para estos gráficos.

Las ventajas de los gráficos integrados

Con la excepción de las CPU de gama alta, prácticamente todas las CPU de las computadoras hoy en día tienen una GPU integrada. Probablemente sea justo decir que el modelo de GPU integrado es el tipo de GPU más común hoy. Muchas son las razones por las que tantos las prefieren, aunque suelen ser las que menos se consideran.

Entre los motivos para optar por ellas, podemos mencionar en primera instancia el coste, que es mucho menor al de una GPU dedicada. Si sabes que no tendrás que recurrir a tanta potencia, deberías quedarte con ellas.

Además, hay juegos para gráficos integrados, que nos dejan divertirnos sin tener que gastar tanto dinero.


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