Cómo forzar cierre aplicación Windows

Cómo forzar el cierre de una aplicación en Windows

Estamos usando nuestra PC con total normalidad cuando de repente no responde ¿Qué podemos hacer? En estos casos lo mejor es forzar el cierre de una aplicación en Windows, incluso de varias. Es una de las cosas que debemos probar antes de saltar a presionar el botón de encendido para reiniciar la PC.

Todos deseamos que todo funcione bien todo el tiempo. Pero en algunas ocasiones esto no sucede así. De repente, la aplicación de Windows comienza a funcionar más lento de lo normal; aparece la terrible ventana “Este programa no funciona”; el ordenador se congela; pueden pasar muchas cosas.

En estos casos, la mejor opción es forzar el cierre de la aplicación. Esto es algo que recomendamos hacer antes de tener que reiniciar el ordenador. Quizás tenemos más programas abiertos y perder todo el trabajo en proceso, no es lo más recomendable.

Forzar el cierre de una aplicación en Windows

Por ejemplo, si presionamos Alt + F4 (tal vez también Fn, dependiendo de si estamos en un ordenador de escritorio o portátil). Cerrará cualquier aplicación que tengamos seleccionada actualmente.

Cerrar aplicaciones desde el Administrador de tareas.

Otra cosa que podemos hacer para forzar el cierre de una aplicación es presionar Windows + X y elegir Administrador de tareas. Alternativamente, podemos presionar Ctrl + Alt + Supr y elegir Administrador de tareas. Lo siguiente será buscar la aplicación que está generando problemas, le daremos clic derecho y seleccionaremos Finalizar Tarea.

Símbolo de sistema.

La tercera opción es presionar Windows + R para poder abrir la ventana de símbolo de sistema. Escribiremos cmd y presionamos Enter en la ventana de Ejecutar. Una vez que símbolo de sistema este abierto, escribimos tasklist para ver todas las aplicaciones y después escribimos taskkill /im Nombredelprograma.exe /t /f y presionamos Enter.

Evidentemente, en este último paso, donde dice “nombredelprograma” vamos a tener que añadir el nombre del ejecutable de la aplicación que deseamos cerrar.

Básicamente, eso sería todo, son tres métodos bastante buenos para poder forzar el cierre de cualquier clase de aplicación en Windows. Evidentemente, en caso de que ninguno de estos métodos funcione, el único remedio que quedará será reiniciar el ordenador.

Aunque siempre es bueno tener una alternativa y no tener que pasar por un reinicio, especialmente cuando tenemos trabajo que no hemos guardado. Nadie quiere perder varias horas de trabajo porque una aplicación está rebelde ¿Cierto?


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