Bitcoin medio ambiente

¿Qué tan malo es Bitcoin para el medio ambiente?

  • Muchos afirman que el proceso de minería tiene efectos devastadores sobre el medio ambiente
  • ¿Qué tan ciertas son semejantes acusaciones y cuál es el impacto real de las criptomonedas?

Puede que la polémica en torno a qué tan malo es Bitcoin para el medio ambiente quedara en el pasado pero, ¿cuáles son las conclusiones a las que llegamos tras estos años de convivir con esta tecnología financiera? Esa es la pregunta que se hacen algunos de los que no están tan pendientes de las criptos ni de su evolución. ¿Podemos confiar realmente en la inocuidad de las criptomonedas respecto al planeta Tierra?

Todo esto tiene sentido, por supuesto, porque las criptos ya dominan el mercado económico global y tanto personas como empresas y gobiernos han dejado de huir de ellas, la mayoría adoptándolas para proteger su dinero y algunos para especular con potenciales ganancias, al esperar que la mejor cotización les retribuya la inversión.

Una de las teorías acerca de las criptomonedas es que esta industria, especialmente el proceso de minería, tiene efectos devastadores sobre el medio ambiente pero, ¿qué tan ciertas son estas graves acusaciones?

Bitcoin, ¿la próxima amenaza ambiental?

Las preguntas por el respeto al medio ambiente del mundo de las criptomonedas aparecieron hace dos años.

En enero de 2021, el programador inglés Stephen Deal comparó esta emergente industria con Chernobyl. Además, no dudó en calificarla de «peligrosa» para la economía pero también para la ecología. Provocando evidentemente reacciones, algunos se sumaron a sus hipótesis y otros salieron a desmentirlas.

En junio, meses más tarde, el Banco Central de Suecia propuso prohibir todas las criptomonedas que utilizan tecnología de prueba de trabajo o PoW, en la nota «Las criptomonedas y su impacto en la constitución financiera».

Esos días, el Riksbank estimaba que el consumo energético de la minería de Bitcoin equivalía al consumo promedio de unos 200.000 hogares suecos, lo que llevó a pedidos de informes, como los del Comité Bancario del Senado. Numerosas fueron las comparaciones, cada vez más negativas a medida que la minería se extendía.

El profesor de Trinity College Dublin, Brian Lucy, llegó a afirmar que Bitcoin consumía, por su cuenta, tanta electricidad como cualquier país europeo de tamaño medio, lo que inmediatamente encendió las alarmas.

La guerra Bitcoin vs ¿todos los demás?

Elon Musk también hizo algunos comentarios sobre la ecología de las criptos, asegurando que dejaban de vender vehículos a través de este medio de pago porque había crecido demasiado y ya no era seguro ambientalmente. Greenpeace fue una de las organizaciones populares que salieron a apoyar a Tesla de forma pública.

En simultáneo Vitalik Buterin, el fundador de Ethereum, dijo en una entrevista a la CNN que la primera criptomoneda a nivel internacional debería desarrollar una base tecnológica mejor para aumentar su eficiencia energética. Justamente eso hicieron ellos, pasando al algoritmo de prueba de participación o PoS para consumir menos.

Sin embargo, no todos están tan en contra de Bitcoin ya que asimismo aparecieron algunos defensores inesperados. Entre ellos, el cofundador de Coin Metrics, Nic Carter, que no estuvo de acuerdo en la idea de que es ineficiente.

Algunos estudios más recientes dejaron en claro que los mineros de Bitcoin gastan un promedio de 113,89 TWh de electricidad al año, bastante menos que la minería y producción de oro que requiere 240,61 TWh y, lo más paradójico de todo, menos que el sector bancario que requiere 263,72 TWh.

Las criptomonedas consumen mucho, pero menos que otros sectores donde no se ha puesto la lupa y, a diferencia de lo que pasa en aquellos, ese consumo de energía es el que las hace tan seguras y convenientes para todos.

Conclusiones

A estas alturas, la relación entre Bitcoin y medio ambiente ha pasado de ser muy discutida a un tema casi irrelevante.

Los profesionales han identificado las principales perspectivas para el desarrollo de un sistema de criptominería para reducir el consumo de energía de Bitcoin, y es que los mineros deben buscar recursos energéticos alternativos, mucho más accesibles dado que en países como China, la práctica de la minería nómada está extendida.

A eso hay que sumarle que los negocios de criptomoneda se mueven libremente entre regiones, ajustándose naturalmente a las condiciones legales que les plantean, y siguiendo las fuentes de energía más baratas.

Los analistas más optimistas consideran que, en un corto plazo, un 70% de la energía que usan quienes minan criptomonedas o trabajan con ellas a gran escala, podría provenir de fuentes renovables, como el sol.

En simultáneo, los criptoempresarios están preocupados por el impacto negativo de la minería en el medio ambiente, por lo que no es descabellado que los desarrolladores quieran que el sector de las criptomonedas atienda a ello, respetando las condiciones que se plantearon en los acuerdos entre naciones de cara al año 2030.

¿Piensas que Bitcoin y las otras criptomonedas son malas para el medio ambiente? ¿En qué lo sustentas?

Descargo de responsabilidad: El contenido y los enlaces provistos en este artículo solo cumplen propósitos informativos. islaBit no ofrece recomendaciones o consejos legales, financieros o de inversión, ni sustituye la debida diligencia de cada interesado. islaBit no respalda ninguna oferta de inversión o similares aquí promocionadas. Algunas de las publicaciones podrían ser promocionadas por terceros interesados.

Deja un comentario