Todavía recuerdo todas las sensaciones que me origino la primera entrega de Alan Wake para Xbox 360, con un ambiente totalmente sombrío, perdido, en donde la esperanza parece pérdida entre tanta oscuridad. Una simple linterna, unas pocas balas y mucha valentía es lo que necesitaba nuestro querido escritor para seguir adelante. La esperada secuela ya está aquí o por lo menos no falta demasiado y por lo visto en su tráiler todo parece indicar que será un “juegazo”. Sin embargo, algo que a los fans no les gusta para nada es el hecho de que Alan Wake 2 solo tendrá versión digital.
Remedy comentó que muchos ya se han pasado completamente al sistema digital. Ya es posible adquirir consolas que admiten juegos digitales de forma exclusiva en esta última generación. No es para nada extraño que un buen número de jugadores decidieran dar el salto.
No podemos negar que, desde hace tiempo, la idea de que las consolas fueran exclusivamente digitales, ya lo veíamos venir desde lejos ¿Qué lo evito al 100%? El mercado físico y las ediciones de coleccionista (entre quejas de los usuarios), esto hizo que las compañías tuvieran que dar un pequeño paso atrás.
¿Por qué Alan Wake 2 solo tendrá versión digital?
Aquí nos encontramos con unos cuantos pros y algunas cosas negativas a considerar. En el lado de las cosas positivas, podríamos decir que el precio el punto más importante. Especialmente en una industria que durante el último año nos metió juegos a 70 euros, logrando establecerlo como un estándar. Muchas compañías se atrevieron a más y fueron por los 80 euros.
Personalmente, me va a doler comprar Diablo IV este año y eso que en el caso de Activision Blizzard… es digital. Aunque, para ser justos, en mi país (Argentina) pagamos más de impuestos que del juego en sí.
Y aquí viene el otro punto ¿Mantendrán su justificación de los precios por mucho tiempo? Primero nos acostumbran a los juegos en formato digital, con precios que hasta hace un año atrás eran los estándares y cuando menos nos lo esperemos, suben cuando quieren.
Remedy, en teoría, intenta luchar contra esta suba de precios ofreciendo únicamente una versión digital. Al no tener que invertir dinero en lanzar una versión física, lo cual debemos admitir que es una cantidad de dinero considerable, puede permitirse mantener un precio de lanzamiento más adecuado para los usuarios.
Y en gran medida, no está nada mal. Recordemos por un segundo que, para nosotros, los juegos son un hobby, una pasión, entretenimiento del bueno. Sin embargo, para las compañías es un negocio y necesitan ver beneficios para poder seguir adelante. Si no, nos terminamos encontrando con el cierre de muchas compañías míticas del sector y el olvido de muchas franquicias tan queridas.
El simple hecho de ahorrarse el “riesgo” que supone invertir tanto dinero en lanzar versiones físicas, puede ayudar a la industria a ver distintas propuestas nostálgicas o muchas más innovaciones, especialmente en juegos triple A que son los que más atrás se quedan. Esta clase de cosas ya podemos verlas en juegos Indie que, casualmente, solo son digitales (en su mayoría).
Alan Wake, despierta el problema de solo «versión digital»
Sin embargo, nos encontramos con unos cuantos problemas cuando vamos a hablar de juegos digitales. Ya ocurrió con el primer Alan Wake que dejó de estar disponible en la tienda de Xbox debido a un problema relacionado con su banda sonora y las licencias necesarias. Gracias a diferentes experiencias previas, a muchos usuarios no les está gustando que el juego sea únicamente digital.
Entonces, sin un formato físico, adquirimos un juego a un precio reducido, no tenemos que buscarlo en las tiendas (con la posibilidad de que se agote y tener que esperar stock), ahorrar espacio físico en casa, etc. Sin embargo, el usuario queda a merced del distribuidor, si deciden quitarlo de la tienda por el motivo que sea, el juego que compramos, simplemente desaparece.
Las compañías no piensan igual que los jugadores
A esto le sumamos que a la mayoría de compañías piensan igual que Nintendo, no les interesa la idea de preservar juegos. A los jugadores, sí, nos encanta no únicamente preservar algo que nos genera tanta pasión y nos transporta a mundos totalmente diferentes. También, el simple hecho de entrar a casa y poder ver unas cuantas estanterías repletas de los títulos que tantas alegrías nos han proporcionado. Son pequeñas cosas que no tienen precio.
La situación está complicada, pero debemos aceptar que con las últimas consolas con versiones digitales y el constante crecimiento de plataformas como Steam o Epic Games en PC. El hecho de encontrarnos con un mundo de videojuegos completamente digital no está demasiado lejos.
Y los problemas principales son justamente estos: mantener la promesa del precio y la disponibilidad del título. De nada nos sirve que nos vendan ahora que los precios serán menores y una vez instalada la era “solo digital” aumentar cuando quieran. O el hecho de que, de repente, nos quedemos sin acceso a descargar un juego por el cual hemos pagado. Va a terminar pareciéndose más a un alquiler a largo plazo, pero limitado, más que una compra de un videojuego.