Realmente no importa en dónde juguemos Diablo IV

Por este motivo da igual en dónde juegues Diablo IV

Por fin una noticia de Blizzard y no tiene que ver con el hecho de que Microsoft no la pueda comprar. Después de tanta espera, mañana 6 de junio sale finalmente Diablo IV. Aunque los que teníamos la versión Deluxe, hemos podido jugar desde el 1 de junio y debo afirmar que es un juego impresionante a la altura de la franquicia. Con motivo de la salida, vamos a hablar que da totalmente igual en dónde juegues Diablo IV ¿El motivo? Te lo contamos.

No importa si estamos en Xbox Series X|S, PlayStation 5 o PC (aunque si vas a jugar desde PC, asegúrate de cumplir los requisitos mínimos) desde el 1 de junio podemos perseguir a Lilith para salvar Santuario, avanzando por los seis actos que nos propone el juego inicialmente. Con una historia soberbia, impresionante, repleta de misterio y un giro que dejará a más de uno impresionado. Diablo IV se posiciona como el mejor juego de la franquicia hasta la fecha.

Y no es únicamente por su historia, su gameplay es simplemente brutal, acompañado de escenarios complejos, completos y detallados. Adicionalmente, el “endgame” está muy bien planteado con un mundo abierto que, finalmente, se siente vivo de verdad. Cruzándonos con diferentes actividades de toda clase de manera constante y jugadores que están intentando hacer lo mismo que nosotros.

Da exactamente igual en dónde juegues Diablo IV

Algo que debemos remarcar es el cuidado que ha tenido Blizzard a la hora de lanzar este producto. Con varias betas previas, solucionando diferentes errores, nerfeando a varios de sus personajes y buffeando a otros. Deja en claro que la compañía está presente, escuchando a su comunidad y deseando presentar un juego a la altura de las circunstancias.

Pero una de las mejores cosas que han hecho y que, por cierto, todos los juegos deberían hacer al día de hoy, es que da en dónde juguemos Diablo IV. No únicamente porque nuestra experiencia va a ser la misma en ordenadores y PC, sino porque también cuenta con crossave y crossplay.

Lo primero y más importante que debemos aclarar es que, jugar con mando es un placer. El juego se encuentra no solo muy bien optimizado para funcionar con mando. También se puede navegar a través de los diferentes menús de manera simple y directa. El gameplay en términos generales se siente fluido, completo y nos da la sensación de tener siempre el control, igual que con teclado y ratón.

Pero lo más importante, es que gracias a tener crossave, los datos de nuestra cuenta se guardan en la nube en Battle.net. Esto quiere decir que, con nuestra cuenta, podemos cerrar sesión en un ordenador, iniciarla inmediatamente en una PS5 y seguiremos con nuestro personaje como si no hubiera pasado nada.

En el caso del crossplay, significa que, en medio de Santuario, vamos a cruzarnos a diferentes jugadores que pueden estar desde un PC, Xbox Series o PlayStation. Lo que se traduce no solo en una cantidad de gente mayor (que en esta clase de juegos siempre es de agradecer) sino que nos brinda la posibilidad de jugar con amigos que han comprado otras versiones del juego.

Un juego que vale la pena

En mi caso personal, debo decir que llevo aproximadamente unas 40 horas de juego y es un lujo disfrutar de este título. La compaña es impresionante, con un nivel narrativo sumamente épico, cinemáticas muy bien logradas, personajes que trasmiten sus emociones y con los cuales se puede empatizar. Ni hablar de los giros de la historia que nos han dejado muy sorprendidos. El gameplay es fluido, comienza un poco “duro”. Tendremos que guardar nuestros recursos, pero a medida que avanzamos en el título y vamos desbloqueando más objetos legendarios y únicos, nos encontramos con una experiencia bastante balanceada entre Diablo II y Diablo III.


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