5 trucos para que tu Xbox funcione más rápido

Si sientes que tu consola no funciona como solía hacerlo, que sepas que no estás sólo. Nos ha pasado también. Justamente por eso, en este artículo enseñaremos algunos trucos simples para que tu Xbox funcione más rápido enseguida. No hace falta que tengas grandes conocimientos ni seas un experto: tutoriales aptos para todo público.

Con el paso del tiempo, tu consola puede que no responda a los comandos con la velocidad con que solía hacerlo. No tiene nada de raro, pues tanto el software como el hardware tienden a envejecer. Sin embargo, hay retrasos lógicos respecto a su reacción y otros que no deben pasar. Si experimentas de los últimos, sigue leyendo.

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Limpia tu consola para mejorar el flujo de aire

Somos conscientes de que limpiar a menudo tu consola puede ser molesto. Pero créenos, vale la pena. Partículas pequeñas como las de polvo o pelos de tus mascotas pueden introducirse en la consola e incidir en su respuesta. Cuanto más sucia está la máquina, más lenta será. Y hasta puede que eso dañe algún componente interno. Desempolva toda la superficie, pero especialmente aquellas que garantizan el flujo de aire hacia el interior.

Las salidas de aire son importantes, pero recuerda que el polvo suele acumularse sobre todo en las salidas de aire. Inmediatamente notes que hay suciedad en torno a ellas, apaga la consola y límpiala. ¿Cómo? Utiliza un paño humedecido con un poco de jabón suave y agua. Debería ser un paño sin pelusa, como los de microfibra.

Reinicia tu Xbox de vez en cuando

Si usas tu Xbox todos los días, reiníciala una vez a la semana. Si la utilizas un par de veces a la semana, entonces reiníciala todos los meses. Muchos usuarios la dejan en modo de espera para que no demore tanto en encender otra vez cuando quieran jugar. Aunque esa no es una mala idea, lo deseable es que la reinicies con cierta regularidad.

Reinicia tu Xbox manteniendo presionado el botón Xbox en tu controlador y seleccionando «Reiniciar consola». Cuando pulsas este botón y la pagas de forma segura, solucionas problemas de red, de software, etc.

Por otro lado, si bien el consumo energético no es un inconveniente, de esa manera podrás ahorrar algo de dinero.

Conéctate a través de Ethernet, no de WiFi

Éste es uno de los errores más comunes y más graves de los usuarios de Xbox. Lamentablemente, las Series S/X no admiten la conexión a protocolos inalámbricos WiFi 6, y eso quiere decir que tendrás que conformarte con WiFi 5. Pero esta versión tiene algunas limitaciones de transferencia de datos que pueden estropear tu experiencia.

Hace un tiempo escribimos un artículo en el que explicamos las situaciones en las que es mejor usar Ethernet. Podemos decir que es una de esas circunstancias. Las series S/X poseen puertos Gigabit Ethernet para conectar directamente a Ethernet. Mejorará notablemente las velocidades de carga y descarga y reducirá la latencia.

Si no hay una conexión por cable cerca de tu consola, considera conectarte a la red inalámbrica más veloz. Generalmente es la 5 GHz. E intenta aproximar el enrutador todo lo que sea posible a la consola Xbox.

Prioriza el almacenamiento interno

Las Xbox Series S / X vienen con almacenamiento de estado sólido, que es esencial para jugar títulos actuales. Siempre que un título haya sido lanzado específicamente para esta generación, recurrirá a dicho almacenamiento. Mientras tanto, los títulos lanzados para generaciones anteriores pueden ejecutarse desde unidades externas. Lamentablemente éstas no son tan veloces, por lo que pueden ralentizar los tiempos de respuesta.

Recuerda que puedes mover tus juegos desde Mis juegos y aplicaciones o Configuración, Almacenamiento. Generalmente, te recomendamos que los alojes en su almacenamiento interno o compres un disco sólido externo.

Modo de rendimiento por sobre modo de calidad

Si estás dispuesto a sacrificar un poco de calidad de imagen a cambio de un mejor rendimiento, cuentas con ciertas configuraciones manuales que deberías aprovechar. A pesar de que no puedes establecer esta preferencia tan fácilmente como en la PS5, si optas por el modo de rendimiento sentirás que reacciona más rápidamente.

Lo interesante es que puedes alternar entre ambos modos. El de calidad intentará alcanzar los 60 FPS constantes, mientras que el de rendimiento se quedará en los 30 fotogramas por segundos pero no percibirás los desgarros.(aprende qué son los desgarros de pantalla y por qué son uno de los principales defectos de los videojuegos)

El margen de ajustes que te dan los desarrolladores, y por ende los videojuegos, determinará qué tanto puedes personalizar tu experiencia con respecto al rendimiento y a la calidad. Si valoras la velocidad, elige el rendimiento.

¿Tienes algún otro truco para que la Xbox funcione más rápido? No dudes en compartirlo en los comentarios.