doomscrolling

Cómo dejar el doomscrolling y recuperar el control de tu tiempo

Es difícil ignorar la omnipresencia de los teléfonos móviles inteligentes -smartphone-. Son pequeños, ligeros y caben en cualquier bolsillo, pero también son una trampa constante para la atención. La pantalla de seis pulgadas nos persigue a través del tiempo y el espacio, tentándonos a revisarla antes de dormir, durante el desayuno o en cualquier instante de quietud. Y en muchos casos, lo que consumimos en ella no es precisamente lo mejor para nuestra tranquilidad.

El doomscrolling, esa acción de deslizar sin cesar entre titulares catastróficos y contenido diseñado para retenernos el mayor tiempo posible, se ha convertido en un problema difícil de esquivar. Pero es posible romper con este hábito. Lo primero que hay que saber es que se trata de un problema de la tecnología y no nuestra, ya que esta ha sido diseñada para capturar nuestra atención.

Las empresas tecnológicas no descansan en su búsqueda por mantenernos conectados. Si usas un reloj inteligente -smart watch- para medir tu actividad física, también verás notificaciones. Si sólo querías escuchar un álbum en Spotify, también te mostrarán podcasts y audiolibros. Y si descargas Snapchat para un grupo de amigos, recibirás publicidad y filtros que nunca pediste. La atención es la moneda de cambio en el negocio digital, y cada minuto que pasamos en una aplicación beneficia a sus inversores.

Métodos para reducir el tiempo frente a la pantalla sin renunciar a la conectividad.

Apple ofrece herramientas como Tiempo de pantalla, que permite establecer límites en determinadas aplicaciones. A través de la configuración del tiempo de inactividad, es posible restringir el uso de ciertas aplicaciones en determinados horarios o limitar la duración de uso diario. Pero estas herramientas no siempre son infalibles: basta con tocar para posponer la restricción por otros 15 minutos, y así sucesivamente.

Pero existen opciones más estrictas, existen aplicaciones especializadas que ayudan a reducir el tiempo en redes sociales. ScreenZen, disponible en iOS y Android, muestra ventanas emergentes antes de abrir una aplicación, obligándote a detenerte y pensar si realmente quieres entrar.

Otra es Opal, orientada a mejorar la productividad permitiendo establecer restricciones más detalladas, como el número de veces que se puede abrir una app al día. Roots va más allá con su «Modo Monje», que hace imposible evadir los límites establecidos.

Si la solución no está en limitar las redes sociales, también existen alternativas de entretenimiento en el teléfono que no implican caer en el doomscrolling. Puede ser una opción el leer un libro en Kindle o iBooks, así como probar juegos de desafío mental como Wordle o Mini Crossword. Incluso los juegos dentro de LinkedIn, aunque inesperados, ofrecen una distracción sin la saturación de malas noticias.

Dispositivos diseñados para reducir las distracciones de una forma más drástica

Unpluq ha desarrollado un llavero NFC que actúa como llave digital para desbloquear aplicaciones predefinidas. Si bloqueas Instagram o X y dejas el llavero en otra habitación, deberás levantarte para usar esas apps, lo que crea una barrera física contra la tentación de revisar el teléfono sin motivo. Además, el llavero puede programarse para desbloquear aplicaciones en horarios concretos.

llavero NFC

Otras alternativas incluyen dispositivos como Boox Palma 2, un lector electrónico con acceso limitado a aplicaciones Android, ideal para quienes quieren reducir el uso del teléfono sin renunciar por completo a la conectividad. No tiene función celular y su pantalla ePaper no es atractiva para el consumo excesivo de contenido. Mientras que para los que buscan algo similar pero con mejor tecnología de pantalla, Daylight DC-1 es una mejor alternativa, aunque con un precio mucho más elevado.

Por otro lado, quienes prefieren un teléfono con menos distracciones pueden optar por el Titan TT950, un móvil plegable con WhatsApp y Facebook Lite preinstalados, pero sin tienda de aplicaciones que facilite la descarga de más distracciones. Otra alternativa es el Jelly Star, un teléfono Android con una diminuta pantalla de tres pulgadas que lo hace impráctico para el consumo de contenido prolongado.


Deja un comentario