Unitree Robotics ha presentado su nuevo robot humanoide, el R1, diseñado para efectuar movimientos dinámicos y comunicación básica a un precio al alcance de todos. Con una estatura de 1,21 metros y un peso de 25 kg, el R1 incorpora 26 articulaciones que le permiten caminar, trotar, bailar, realizar volteretas e incluso ejecutar patadas de kung-fu con sorprendente agilidad.
Su sistema de reconocimiento de voz, respaldado por inteligencia artificial, le da la capacidad de atender órdenes habladas y mantener pequeñas conversaciones, mientras que sus cámaras integradas procesan información visual para interactuar con el entorno. Todo esto, por 5900 dólares, un coste que lo sitúa muy por debajo de otros modelos de la misma firma.
La batería de iones de litio que alimenta al R1 ofrece cerca de una hora de funcionamiento continuo antes de requerir recarga manual -no se autoabastece como el Walker S2-, y viene acompañado de un mando a distancia para detenerlo de inmediato en caso de problemas.
Aunque Unitree no ha especificado aplicaciones prácticas, la empresa aspira a que desarrolladores, laboratorios de investigación e instituciones educativas exploren sus posibilidades; al fin y al cabo, cualquiera puede comprarlo, ya sea para asistencia doméstica, vigilancia de espacios públicos o incluso actuaciones artísticas, donde ya luce como un actor prometedor en escenarios creativos.
Características técnicas
El R1 se ubica en una franja de producto distinta al modelo G1, lanzado por Unitree el año anterior a un precio de 24800 euros. Mientras aquel estaba concebido para proyectos avanzados y tareas complejas, el R1 se presenta como un equipo ligero y sencillo, ideal para actividades formativas y proyectos de investigación de bajo nivel.
Su diseño, pensado para facilitar el aprendizaje práctico, permite a entusiastas del sector configurar y programar rutinas personalizadas sin necesidad de demasiados recursos.
En la actualidad, varias empresas internacionales desarrollan bípedos inteligentes capaces de trabajar junto a operarios humanos en fábricas y almacenes, y el R1 se suma a esta ola tecnológica. Aunque el debate sobre la sustitución de trabajadores por robots sigue candente, la propuesta de Unitree favorece la colaboración hombre-máquina. Con un equipo de este tipo, centros educativos podrán impartir prácticas de robótica avanzada, y estudios artísticos tendrán en el R1 un socio versátil para montajes innovadores.