Hace un par de días que Ethereum cumplió diez años, y además de la celebración por las redes sociales, la Fundación Ethereum reveló su propuesta para que la red siga operando sin contratiempos durante otros próximos diez años. Bajo el nombre “Ethereum Lean”, se establece un doble objetivo: consolidar la robustez absoluta ante cualquier amenaza y elevar el rendimiento hasta tasas nunca antes vistas. Se trata de que la cadena de bloques resista desde potencias estatales hasta ordenadores cuánticos, además sin sacrificar el carácter distribuido que la hace única ni su fortaleza en cuanto a disponibilidad.
Como han anotado en su blog oficial, en su modo “fortaleza”, la red se sustenta en tres pilares: una capa de consenso reforzada para validar transacciones con solvencia en cuestión de segundos; un esquema de datos basado en fragmentos escalables y resistentes a la futura computación cuántica; y una ejecución minimalista que preserve la compatibilidad con la Ethereum Virtual Machine, pero optimizada para integrarse con pruebas de validez (SNARKs) en tiempo real.
Con ello, el equipo de desarrollo pretende que cualquier nodo, ya sea un navegador o un teléfono móvil, pueda verificar la integridad de la cadena completa sin depender de intermediarios externos. La meta es, en sus propias palabras, “si Internet funciona, Ethereum funciona”.
Visión de velocidad y economía de recursos
En paralelo, el modo “bestia” propone un salto cuantitativo en la capacidad de transacciones por segundo. A corto plazo, se anticipan tasas superiores a 10 000 transacciones por segundo en la capa base, gracias a mejoras que escalan verticalmente la red. A medio plazo, la ambición alcanza a la capa de expansión: un millón de transacciones por segundo apoyadas en la distribución horizontal de datos.
Para lograrlo, Ethereum Lean intensificará las máquinas virtuales diseñadas sobre arquitecturas tipo RISC, junto con mecanismos de muestreo de disponibilidad de datos que reducen la sobrecarga de almacenamiento sin perder rigor en la validación de bloques.
La propuesta resalta también un enfoque criptográfico construido exclusivamente sobre funciones hash. Estas firmas y compromisos basados en hash reemplazan a los tradicionales sistemas, ofreciendo una defensa integrada contra la amenaza cuántica y sirviendo de base tanto para las pruebas de conocimiento cero como para la actualización de firmas agregadas. Así, la red aprovecha la simplicidad de las funciones hash, pero las despliega uniformemente en el consenso, los datos y la ejecución de contratos inteligentes.
Un compromiso detallista con la pureza técnica
Más allá de la ingeniería, Ethereum Lean se presenta como una filosofía artesanal. Inspirada en la perfección del sushi de Jirō, defiende un minimalismo cuidadoso: cada componente se diseña para ser modular y demostrable mediante métodos formales.
No hay espacio para añadidos superfluos; cada línea de código, cada algoritmo, se ajusta al mínimo imprescindible. Esta disciplina, explican los autores, reduce los vectores de fallo y facilita la revisión por parte de la comunidad, afín a la transparencia que ha caracterizado a Ethereum desde sus orígenes.
Precio ETH
Mientras tanto, el precio de ETH parece estar en una fase de consolidación entre los 3550 y los 3900 dólares en el marco temporal diario. Ahora mismo, parece que el valor podría testear la zona inferior de ese rango. Será vital que el precio se mantenga por encima, ya que, de lo contrario, la proyección diaria podría buscar la media móvil de 50 periodos, alrededor de los 3200 dólares. Aunque también podría darse una falsa ruptura, influenciada quizás por pánico, especulación o manipulación.