Según informa Mark Gurman, analista de Bloomberg con un historial de aciertos envidiable, los ingenieros de Apple trabajan en cinco nuevas utilidades destinadas a dotar de mayor músculo a la conexión satelital del iPhone.
Recordemos que esta tecnología se estrenó con la familia del iPhone 14 allá por 2022, permitiendo el contacto con servicios de urgencias o la actualización de la ubicación en zonas sin cobertura celular. Aunque su disponibilidad geográfica sigue siendo limitada, la utilidad ha demostrado su valía en determinadas situaciones.
El primer punto de esta hoja de ruta consiste en abrir la puerta a terceros. Hasta ahora, el sistema satelital era un jardín vallado exclusivo de las utilidades nativas de iOS. Sin embargo, el plan contempla la creación de una API que faculte a los desarrolladores externos para emplear este marco de conexión en sus propios programas.
Evidentemente, esto no supone carta blanca para cualquier uso, sino que probablemente se gestionará con ciertos permisos, pero abre un abanico de posibilidades para aplicaciones de montaña, navegación marítima o deportes extremos que operan lejos de las antenas.
Además, la propuesta filtrada sugiere que el móvil podrá descargar datos de mapas en tiempo real directamente desde el espacio. Imaginemos estar en medio de la nada, sin haber previsto descargar el mapa, y necesitar localizar una gasolinera o un centro médico; esta función habilitaría esa posibilidad, eliminando la dependencia de la previsión del usuario.
Mejoras en la recepción de señal y soporte para redes 5G no terrestres
En paralelo, se trabaja en enriquecer la llamada de emergencia. El sistema vigente se limita a textos cortos y coordenadas, lo cual es útil pero a veces insuficiente. La intención es permitir el envío de fotos vía satélite. Una imagen vale más que mil palabras, y en un rescate, poder mostrar la gravedad de una lesión, la orografía del terreno o puntos de referencia visuales podría agilizar enormemente la labor de los equipos de auxilio.
Uno de los aspectos más tediosos del sistema actual reside en la obligatoriedad de tener una línea de visión directa con el cielo. El usuario debe sostener el teléfono y orientarlo manualmente hacia el satélite siguiendo unas guías en pantalla, una tarea que se complica si uno está herido o en movimiento.
Para solucionar este inconveniente, Apple pretende perfeccionar la tecnología para que la conexión se mantenga estable incluso con el terminal guardado en el bolsillo, dentro de un vehículo o en interiores. Se trata de conseguir una conectividad pasiva y natural, donde el iPhone gestione el enlace sin que el propietario tenga que hacer malabarismos apuntando al firmamento, algo que, sinceramente, vendrá de perlas en momentos de tensión.
Por último, Gurman señala la adopción del estándar de Redes No Terrestres 5G (NTN). Esta tecnología permitiría a los futuros iPhone conectarse directamente a satélites que actúan como torres de telefonía espacial, ampliando la cobertura de datos y voz a lugares remotos.