Nokia, aquella compañía nórdica que hace algunos pocos años atrás gozaba de toda la popularidad, preferencia, y primer lugar en ventas, hoy en día va quedando más en el olvido de los corazones de sus ingratos ex-usuarios, siendo literalmente aplastada por dispositivos como el iPhone, Galaxy S2, entre muchos otros.
El día de hoy, ya prácticamente tenemos encima el nuevo iPhone 4S de Apple, los dispositivos con Android van en incremento desmesurado a pesar de las denuncias por violaciones de patentes, y los diversos terminales móviles lanzados al mercado por los diferentes fabricantes poseen prestaciones muy avanzadas que hacen de la competencia un tira y jala muy parejo.
La compañía finlandesa tiene decidido salir del olvido, sacudirse el polvo, y regresar con fuerza, aunque a pesar de sus grandes expectativas y entusiasmo, a mi parecer la caída podría ser más fuerte que la vez anterior. Hace pocos días atrás, Nokia y Accenture llegaron a un acuerdo final para que ésta última se haga cargo de Symbian hasta el 2016, y así poder ellos enfocarse a un ciento por ciento en el desarrollo y difusión conjunta de Windows Phone junto a Microsoft.
