Nvidia presentó cifras del Q2 2025 que ponen de manifiesto una demanda sostenida por sus productos destinados a centros de datos. La compañía reportó ingresos por 46700 millones de dólares, un aumento del 56% frente al mismo período del año previo, sobre todo gracias a su negocio de centros de datos. En ese segmento, los ingresos alcanzaron 41100 millones de dólares, con la familia de chips Blackwell aportando 27000 millones. La utilidad neta se situó en 26400 millones, un 59% más que el año anterior.
Jensen Huang, consejero delegado, comentó que Blackwell es la arquitectura de IA que muchos estaban esperando y anticipa que la infraestructura de IA absorberá entre 3 y 4 billones de dólares en los próximos años, una cifra que, según él, es razonable para el siguiente quinquenio. Por su parte, la empresa afirmó haber procesado a gran escala modelos de código abierto en sistemas basados en Blackwell, alcanzando tasas de 1,5 millones de tokens por segundo en instalaciones a escala de rack.
Detalle del Q2 2025 en NVIDIA

La lectura más minuciosa muestra varios matices detrás de los grandes totales. Los 41190 millones en ventas del centro de datos quedaron apenas por debajo de lo que algunos analistas esperaban (alrededor de 41290 millones), por lo que, aunque el conjunto del trimestre supera las previsiones, ciertos elementos aparecieron como moderadores del entusiasmo.
Nvidia agregó 3700 millones de dólares de inventario para sostener la salida al mercado de las versiones más punteras de Blackwell, y la carga fiscal elevó la factura en el periodo, con el flujo de caja operativo sufriendo una caída anual notable. En videojuegos, la compañía alcanzó los 4300 millones en ingresos gracias a la demanda de tarjetas GeForce basadas en la arquitectura Blackwell.
En el frente internacional, la cuestión de China volvió a ser determinante: no hubo ventas reportadas del chip H20 a clientes en China durante el trimestre, aunque se registraron ventas por 650 millones a un cliente fuera de dicho territorio y se liberaron 180 millones de inventario ligado a esas operaciones. La directora financiera, Colette Kress, explicó que la ausencia de envíos H20 a China se debe a la incertidumbre regulatoria sobre un acuerdo que hasta ahora no ha sido transformado en normativa federal consolidada.
Acciones de NVIDIA (NASDAQ:NVDA)
Al conocerse las cuentas, las acciones de Nvidia comenzaron cayendo sobre un 4%, pero luego moderó la caída, finalizando la jornada en $181,60.
La lectura entre inversores es doble. Por un lado, la empresa continúa superando estimaciones en ingresos y beneficio por acción no GAAP, y por otro, algunos consideran que el margen de mejora operativo no fue tan amplio como en anteriores trimestres, lo que provoca cierta cautela. Además, los altos precios de sus GPU suscitan interrogantes sobre la economía de quienes adoptan grandes cargas de IA: ¿las empresas que adquieren estas tarjetas producirán retorno suficiente?
La compañía anunció además un programa de recompra de acciones por 60000 millones de dólares, movimiento que suele verse como apoyo al valor para accionistas. En cuanto a previsiones, Nvidia espera alrededor de 54000 millones de dólares en ingresos para el tercer trimestre, cifra que no incorpora eventuales envíos del H20 a China y que trae aparejada una variabilidad estimada en torno al 2% al alza o a la baja.
Rubin y Blackwell: qué viene y qué está ya en marcha
De cara al futuro cercano, Nvidia confirmó que la generación Rubin ya está en producción y que su puesta en volumen está prevista para la segunda mitad de 2026. Rubin forma parte de un conjunto de seis chips que incluyen la CPU Vera, la SuperNIC CX9, conmutadores NVLink de nueva generación y un procesador fotónico de silicio. La compañía describe a Rubin como su supercomputadora NVLink de tercera generación a escala de rack, con la cadena de suministro preparada para producción masiva.

Mientras tanto, Blackwell sigue siendo la base sobre la que se han construido muchas de las ventas del trimestre. La arquitectura Blackwell creció un 17% respecto al trimestre anterior, con adopción entre grandes proveedores de servicios en la nube, que representaron aproximadamente la mitad de los ingresos del centro de datos.
Nvidia asegura que la transición al nuevo GB300 (Blackwell Ultra) fue fluida para los principales operadores gracias a la compatibilidad en arquitectura y software con generaciones previas, y que la rampa de producción ha alcanzado ritmos de fabricación de alrededor de mil racks semanales, con expectativas de acelerar conforme se incorpore mayor capacidad. Los responsables de la empresa sostienen que Rubin aportará novedades en rendimiento para tareas de razonamiento e inferencia, y que la combinación de ambos desarrollos permitirá mantener un calendario anual de lanzamientos en hardware, redes y sistemas.