La presencia creciente de corriente continua (CC) en la instalación doméstica está dejando rastro en los sistemas de alta fidelidad (Hi-Fi). Lo que hace años era un problema casi anecdótico -pequeñas distorsiones en la alimentación- hoy aparece con más frecuencia y en forma de ruido de fondo que no procede de los altavoces ni del formato de la grabación, sino de la propia red eléctrica que alimenta el equipo.
Los aficionados más exigentes notan cómo el silencio entre las notas se llena de una capa sutil, y no es por la aguja ni por el DAC, es por la contaminación eléctrica. Esta nota explica por qué la CC aparece con más intensidad, de qué maneras puede perjudicar a un sistema hi-fi y qué remedios reales existen para limitar sus efectos.
Origen y qué está cambiando en la instalación doméstica
En gran medida, la proliferación de electrónica con conmutación y la generalización de dispositivos de baja tensión han hecho que la línea de CA deje de ser la señal «balanceada» que esperábamos.
Cargadores de pared, fuentes conmutadas para televisores y ordenadores, controladores de iluminación con regulación, electrónica de eficiencia energética en electrodomésticos, inversores solares y cargadores para vehículos eléctricos, todos estos equipos intervienen en la forma de la tensión.
El resultado es una pequeña componente continua superpuesta a la alterna, un desplazamiento que desequilibra la forma de onda. Ese desplazamiento modifica el comportamiento de transformadores en fuentes lineales, provoca más calentamiento y altera la simetría de la alimentación interna de etapas sensibles.
Además, la CC contribuye a tensiones desiguales entre tomas y masas, agravando los ya conocidos problemas de bucle de tierra, con zumbidos y ruidos intermitentes que aparecen cuando menos te lo esperas. No es la única fuente de ruido, pero sí una que hasta hace poco permanecía fuera del foco.
Cómo detectar la CC en lo que escuchas en tu equipo Hi-Fi
Cuando un sistema reproduce música, su calidad percibida depende tanto de la información musical como del silencio que la rodea. La corriente continua no genera necesariamente un zumbido audible por sí mismo, pero eleva el “suelo” eléctrico sobre el que opera el equipo, haciendo que los microdetalles se atenúen y que la sensación de dinámica se reduzca.
En etapas con transformador, la CC crea asimetría de corriente que se manifiesta como mayor distorsión térmica y variaciones en la respuesta en frecuencia. En etapas de salida o en salidas de auriculares, una componente continua en la línea de señal puede causar calentamiento en bobinas y en los diafragmas, con el riesgo de que, a la larga, algún componente sufra un desgaste prematuro.
Existen soluciones concretas que van desde la medida hasta la intervención eléctrica. Lo primero es saber qué se tiene. Un medidor de calidad de la energía o, como paso inicial, comprobaciones con multímetro y análisis básicos pueden indicar la presencia de componente continua en la línea.
Medidas para limitar la CC en el sistema

Si tras las pruebas hemos detectado componente continua en la red eléctrica, existen ciertos dispositivos para su mitigación, como los bloqueadores de CC diseñados para eliminar el desplazamiento continuo en la alimentación principal; acondicionadores que integran filtrado y transformadores de aislamiento que recrean una toma de CA “local” y más limpia; o una derivación dedicada para el equipo de audio, con cableado y protección propias, separada de los circuitos que alimentan electrodomésticos y luces.
También es útil revisar si las luces LED están mal reguladas o si los cargadores -defectuosos- añaden ruido que se puede atenuar sustituyéndolos por equipos de mejor calidad.
Para trabajos más profundos conviene contar con un electricista cualificado que instale filtros o soluciones de neutralización según la normativa y la configuración del hogar. Sí, puede ser una inversión a considerar, pero si te has gastado varios cientos de euros en tu equipo Hi-Fi y quieres una reproducción fiel y sin distracciones, merece la pena.