Bután ha completado la migración de su sistema nacional de identidad digital desde Polygon hacia la red pública de Ethereum, un proceso que abarca a casi 800 000 residentes. Según la presidenta de la Fundación Ethereum, Aya Miyaguchi, la integración ya está operativa y se espera que la transferencia de todas las credenciales ciudadanas finalice en el primer trimestre de 2026.
Identidad Digital Nacional de Bután en Ethereum
Ahora, Bután es la primera nación en desplegar un sistema de identificación nacional sobre la cadena pública de Ethereum, permitiéndole a la población acceder a trámites oficiales y firmar documentos con credenciales verificables respaldadas por una red descentralizada.
Antes de llegar a Ethereum, Bután probó soluciones basadas en Hyperledger Indy y en Polygon, por lo que esta mudanza representa la tercera arquitectura de identidad basada en blockchain que el país adopta. Miyaguchi ha defendido que Ethereum aporta mayor estabilidad, transparencia y robustez técnica, a la vez que facilita la emisión de credenciales verificables (CV) y la firma segura de documentos electrónicos.
Los equipos locales de GovTech y del departamento de Identidad Digital Nacional (NDI), junto con la comunidad cripto del país, tuvieron un papel determinante en la integración, que fue presentada en un acto público con la asistencia de Vitalik Buterin, el primer ministro Tshering Tobgay y el príncipe heredero Jigme Namgyel Wangchuk.
Infraestructura y soberanía digital
Más allá de la identidad, Bután ha ido aumentando sus reservas de criptomonedas. Según datos, el país posee 11286 BTC, una cartera que supera los mil millones de dólares y que se sostiene con energía hidroeléctrica renovable producida localmente.
La convergencia entre identidad pública en una cadena abierta y la gestión estratégica de activos digitales es, en la práctica, una apuesta por la autosuficiencia tecnológica. Permitir que miles de habitantes reciban y usen credenciales verificables sin depender de servidores centralizados otorga a la administración mayor tolerancia ante fallos y reduce puntos únicos de control.
La adopción de Ethereum para la identidad nacional exige cambios operativos: migración de credenciales, adaptación de servicios gubernamentales para aceptar firmas basadas en CV y capacitación para que funcionarios y ciudadanos entiendan sus controles sobre datos personales. En la ceremonia de lanzamiento se reconoció la labor de desarrolladores y responsables de política pública que coordinaron los aspectos legales y técnicos.
Al mismo tiempo, la explotación de recursos renovables para alimentar la minería o custodia de activos digitales justifica económicamente la tenencia de BTC, aunque también plantea debates sobre gobernanza y riesgo fiscal.
También es preciso evaluar con detalle la política que regule la posesión y movimiento de volúmenes significativos de Bitcoin por parte del Estado, tanto desde la perspectiva fiscal como desde la de la seguridad económica.