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El cloud gaming acabará con el sueño de la web 3.0

  • Cada uno por su lado, el cloud gaming y la web 3.0 avanzan a paso lento pero firme recientemente
  • Específicamente para el caso de los juegos en la nube, las dudas sobre su aplicación real en una Internet descentralizada están sobre la mesa y éste puede ser un buen momento para analizarlo
  • ¿Dan en el clavo quienes sostienen que el cloud gaming va en contra del proyecto de web 3.0?

Tanto la web 3.0 como los videojuegos en la nube están avanzando a pasos agigantados, y a estas alturas no es para nada descabellado preguntarse qué pasará cuando se encuentren. Por supuesto, esto permite que aparezcan teorías diversas al respecto, y no son pocos los que piensan que el cloud gaming acabará con el sueño de la web 3.0. Pero, ¿cuáles son los factores que llevan a pensar en ello y hasta qué punto podemos pensar que aciertan?

Por supuesto, lo primero que tenemos que considerar en este sentido es que si los juegos en la nube realmente pueden atentar contra la web 3.0, también suponen una amenaza para el metaverso y la descentralización.

¿Qué es «el juego en la nube»?

El término «juego en la nube» refiere a jugar un videojuego de forma remota, en el que el procesado del juego se realiza fuera de la máquina del cliente y luego se «transmite» de regreso al dispositivo para poder jugarlo.

xCloud de Microsoft es un buen ejemplo de esto en este momento, en el que no es necesario instalar el juego en la Xbox. Puedes transmitirlo si tienes una conexión de banda ancha lo suficientemente buena, y deberíamos esperar que, con la llegada de las redes 5G y su masividad, ese deje de ser un problema en pocos años.

En la práctica, los juegos en la nube ofrecen una portabilidad perfecta porque el usuario ya no necesita comprar costosas consolas o ir renovando constantemente los componentes de su PC para jugar juegos de alta gama.

«Los juegos en la nube brindan libertad a los jugadores con su factor de movilidad, lo que significa que los juegos pueden ser verdaderamente una experiencia móvil”, definió en su día Rupantar Guha, de GlobalData.

De hecho, no hace mucho hablábamos de la televisión conectada como el futuro del gaming, y decíamos que algunas de las grandes multinacionales como la mencionada Microsoft pero también Sony, Google y Amazon, incluso Netflix, están reforzando sus servicios actuales para responder a la demanda de los usuarios que, se considera, irá a más.

¿Por qué es malo para la web 3.0 y el metaverso?

Llegamos entonces al quid de la cuestión, y es por qué los juegos en la nube son malos para la descentralización. Básicamente, lo primero es que todo estará centralizado, asentándose en una arquitectura de servidores única dentro de los servidores de las Big Tech, y probablemente no habrá ninguna escapatoria para eso.

En cuanto a los dispositivos, deberíamos aguardar que se vuelvan más simples que nunca, ya que esencialmente van a funcionar sólo como clientes ligeros, con gran capacidad de transmisión de datos a través de redes de última generación, pero sin procesadores de vanguardia porque el procesamiento se realizará fuera de ellos.

Es decir, los equipos que tengamos en casa serán meros administradores de la potencia generada por otros antes. Gestionarán, mejor o peor, el rendimiento,. Pero todo se hace en la infraestructura que pertenece a las Big Tech.

El cloud gaming jamás sería web 3.0

La primera impresión de esto puede parecer maravillosa, porque dejarían de hacer falta consolas o una PC gamer, pero debajo de ese optimismo superficial aparecen ciertas preocupaciones, como si no se estaría volviendo a esa concepción básica de lo que era la web a comienzos de la década del ´90, pero llevando ahora todo a la nube.

Entonces le estaríamos dando todo el control a unas pocas estructuras, como sucedía en aquel entonces, pero ocurre además que estarían centralizadas en espacios dinámicos, que no conoceríamos y a los que sería difícil acceder.

Productos como Otherside de Yuga Labs, que tomábamos como uno de los ejemplos más concretos de juegos dentro del metaverso, dejarían de significar la descentralización que prometían para ser sólo una centralización alternativa. Esto mismo aplicaría para la mayoría de los títulos basados en cadenas de bloque, que tanto interés suscitan.

De hecho, en Internet podemos encontrarnos ya con bromas habituales sobre si la computación en la nube es algo más que estar usando el ordenador de otra persona a distancia. Y aunque eso no parece describir exactamente la situación actual tampoco se puede descartar que ese sea el uso más común de las computadoras en pocos años.


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