La edición vigente de TikTok en Estados Unidos, identificada internamente como “M”, desaparecerá de las tiendas de Apple y Google el próximo 5 de septiembre, cuando vea la luz una nueva aplicación bajo el código “M2”.
Según The Information, a partir de esa fecha, los usuarios recibirán un aviso para reemplazar sin demora su versión actual por esta entrega renovada. De no hacerlo, la app dejará de funcionar en marzo de 2026, fecha en la que el acceso quedará bloqueado definitivamente.
La razón detrás de esta decisión se halla en la ley aprobada por el Congreso de Estados Unidos, que obliga a ByteDance, empresa matriz con sede en China, a desprenderse de sus operaciones estadounidenses o enfrentarse a una prohibición total.
En virtud del acuerdo, un consorcio liderado por compañías tecnológicas nacionales -con Oracle entre sus miembros- tomará el timón de la sección local de la aplicación, mientras ByteDance conserva una cuota minoritaria. El propósito oficial es garantizar que los datos de los aproximadamente 170 millones de usuarios estadounidenses queden custodiados dentro de la jurisdicción de EEUU, en servidores administrados por entidades foráneas a Pekín.
Preparativos para la migración
Apple no admite listas de apps regionales bajo un mismo identificador, por lo que TikTok ha registrado “M2” como una entrada totalmente distinta en la App Store, con un paquete único. Google Play seguirá un procedimiento similar. Durante la transición, todos los historiales, ajustes y contenido de los perfiles pasarán a la nueva infraestructura local: una mudanza de servidores que, según fuentes internas, podría implicar ciertos tropiezos técnicos y breves periodos de inactividad.
El 17 de septiembre se perfila como fecha límite potencial para aplicar el veto, si bien el Gobierno de Estados Unidos ha enviado comunicaciones formales a Apple y Google para eximirlas de responsabilidad al continuar alojando la antigua app hasta que concluya la venta.
En enero pasado, TikTok sufrió una caída momentánea en EE UU tras el temor al incumplimiento de una orden ejecutiva, sólo para recuperarse gracias a una postergación de la Casa Blanca. Ahora, con la negociación en etapa final y la aprobación pendiente de Pekín, el pulso a la política comercial entre ambas potencias se intensifica.