Yamaha mantiene 3 giradiscos con personalidad propia que cubren desde las necesidades de quien busca simplicidad conectada hasta las exigencias de un oyente meticuloso.
El MusicCast VINYL 500 combina señales analógicas y posibilidades inalámbricas para llevar los discos a distintas habitaciones sin renunciar a una reproducción limpia. El TT-S303 es una solución sobria y accesible que permite integrarlo en otros equipos o en sistemas de altavoces activos gracias a su previo phono integrado. Y en la cúspide, el GT-5000 es una máquina para quienes valoran la estabilidad mecánica y la mínima coloración de la señal, ofreciendo un plato pesado, un motor robusto y salidas balanceadas para cadenas hi-end.
Cada uno propone una lectura distinta del formato físico: cuidado mecánico, prestaciones eléctricas y acabado estético que aportan presencia en el salón además de sonido.
MusicCast VINYL 500
El MusicCast VINYL 500 dispone de conexión Wi-Fi y soporta protocolos habituales como AirPlay 2 y Spotify Connect, además de Bluetooth.
Su brazo recto y la transmisión mediante correa apuntan a una reproducción estable, mientras que la integración con la familia MusicCast posibilita enviar la señal a otros equipos compatibles sin cables.
Es una propuesta para quienes quieren poner su colección de vinilos y que suene en la cocina, el comedor o donde te dé la gana.
TT-S303
El TT-S303 es una coherente alternativa para quienes desean mantener la pureza analógica sin complicaciones de montaje o adaptación. Su chasis rígido reduce las vibraciones y deja aflorar detalles del disco que en montajes menos controlados se pierden; el brazo recto y el plato con transmisión por correa completan esa apuesta por la limpieza mecánica.
La inclusión de un preamplificador phono EQ integrado facilita su conexión. Se puede enchufar tanto a un amplificador como a altavoces activos, ofreciendo así compatibilidad con equipos de última generación y con cadenas más clásicas.
GT-5000
El GT-5000 es la declaración de intenciones de Yamaha en el terreno audiófilo. Su plato de aluminio de cinco kilos funciona como un estabilizador de masas que, junto al motor síncrono de 24 polos y dos fases, reduce al mínimo las fluctuaciones de velocidad.
Un brazo corto y recto busca minimizar la distorsión geométrica y la salida balanceada favorece una transmisión de la señal con mayor rechazo de ruidos indeseados en instalaciones de alta gama.
Su acabado en piano black y la solidez de la construcción le otorgan presencia visual y una sensación de producto para durar. No es para todo el mundo: es para quien aprecia una reproducción lo más fiel posible al corte original del vinilo, con detalle y cuerpo, sin artificios.
Precio y posicionamiento en el mercado
Yamaha sitúa el MusicCast VINYL 500 en 699 euros, un precio que refleja su condición híbrida entre analógico y conectado. El TT-S303 aparece como la opción intermedia, a 549 euros, orientada a quienes priorizan la relación calidad-precio y la sencillez de uso. En el extremo superior, el GT-5000 cuesta 8499 euros, claramente dirigido a audiófilos y estudios o instaladores que requieran un punto de referencia técnico y constructivo.
Diseño, materialidad y valor estético
Más allá de la electrónica y la mecánica, los tres modelos comparten formas limpias, materiales cuidados y acabados que complementan el mobiliario. Para muchos coleccionistas y aficionados, el vinilo ha recuperado valor por ser un objeto tangible y agradable a la vista, no solo por su sonido. Y sí, alguno dirá que el vinilo está otra vez de moda; lo que queda claro es que hay opciones para casi todos los gustos y bolsillos.