Review Placa Base MicroATX GIGABYTE GA-Z77MX-D3H

11. GIGABYTE GA-Z77MX-D3H. Comentarios y Conclusiones

Comentarios y Conclusiones

Placa Base MicroATX GIGABYTE GA-Z77MX-D3H

Como de costumbre, Gigabyte presenta sus placas base de manera impoluta y llamando poderosamente la atención. Esta vez, tenemos la ocasión de revisar la GA-Z77MX-D3H, una placa base en formato micro ATX que viene en un embalaje que  tras un fondo blanco resalta «la fiebre del 3D» de sus 3 tecnologías más recientes, 3D Power Diginal Engine, 3D BIOS con Dual UEFI (de lo mejor de este modelo) y el 333 Onboard Acceleration, reforzada con su tecnología en la electrónica UltraDurable4 Classic, además de venir equipada con el chipset Z77, con soporte para Lucid Universal MVP para aprovechar la IGPU integrada en los procesadores de Intel de 22nm Ivy Bridge, además de soportar configuraciones en SLI o Crossfire a 2 por x8 y acompañada del procesador de audio de VIA. Este es el resumen de lo que representa esta placa base, que en aspecto recuerda a los modelos más afamados de la marca, con el fondo azul marino como protagonista.

Los accesorios que acompañan a la microATX son los justos y necesarios para una mínima conexión. A destacar lo detallado que viene la placa metálica para cubrir el panel trasero de conexiones, con los nombres y colores para identificar cada puerto. Trae el típico manual de instrucciones, únicamente traducido al inglés, como de costumbre (para los fabricantes de placas base en general no existe otro idioma que no sea el inglés para traducir sus manuales), además de incluir el DVD con software, que a veces viene bien por si no podemos encontrar los últimos drivers en Internet. Por último, trae un puente SLI, sin traer ninguno para Crossfire, que recordamos que es distinto.

La placa base Gigabyte GA-Z77MX-D3H se puede clasificar en la gama más baja dentro de las placas base con chipset Z77 Express, que recordamos es uno de los mejores chipsets de la actualidad para los procesadores de Intel Ivy Bridge, por encima de los chipsets H77 y Z75. Por otro lado, nos encontramos con un hardware algo especial, por venir en formato microATX, con capacidades equiparables al formato ATX. Trae buena conectividad, un panel trasero de conexiones muy completo, con múltiples conectores, incluyendo 3 para vídeo, múltiples conectores USB 2.0 y 3.0 (incluso para el frontal de la torre) además de hasta 6 conectores SATA, 2 de ellos SATAIII.

Los detalles más destacados son varios. En primer lugar, únicamente trae 2 conectores SATAIII, en lugar de 4 conectores SATAIII, por lo que igual va algo escasa de estos conectores. Más SATAIII y menos SATAII hubiera estado más acertado, aunque esto viene limitado por el propio chipset de Intel Z77 Express, pero todo es implementarlo. Recordamos con ello que no todo siempre depende del ensamblador, en este caso Gigabyte, sino que otras entidades repercuten directamente en lo que es capaz de ofrecer un componente tan vital como es una placa base. Lo siguiente viene referido al zócalo PCIe x8 colocado en la parte más baja, separado del zócalo de x16 por los otros 2 zócalos que conforman el resto, a x1 y x4 respectivamente. Este reparto habilita el uso de al menos el zócalo de x4 entre 2 tarjetas gráficas que ocupen dos slots, por ejemplo, para conectar una tarjeta de sonido dedicada o una PCIe SSD. Por otro lado, vemos algo obsoleta la conexión VGA (puerto D-Sub), ya que podría estar sustituida por un adaptador al puerto DVI, y emplear este espacio para habilitar un puerto Display Port. Quizá sería ser algo exigentes, pero garantizaría mayores resoluciones que las ofrecidas por HDMI. De todos modos, es posible que no sea del todo adecuado para las modestas IGPU integradas de los procesadores de Intel Ivy Bridge con HD4000, que aunque han mejorado la última versión integrada de los Sandy Bridge, siguen siendo una opción muy modesta para juegos, siendo solo ideal para visionado en HD, edición, navegación, exploración y poco más, con la garantía de consumir significativamente menos que con una o varias tarjetas dedicadas. Por último, destacar el apartado de audio, tanto de hardware como de software, cuya responsabilidad recae esta vez en un chip controlador VIA, y no Realtek como nos suele tener acostumbrados los fabricantes de placas base.

En resumen, la GA-Z77MX-D3H parece una placa base superior para ofrecerse bajo un formato microATX (su comportamiento es similar a cualquier placa base de gama media de formato ATX normal), y viene bien tener variedad para aquellos usuarios que demanden ciertas exigencias para montar en equipos relativamente pequeños. Bien diseñada, con buen reparto en los conectores y zócalos, buena refrigeración pasiva que mantiene las temperaturas a ralla, y buena conectividad, salvo en algún detalle ya comentado. La guinda, como siempre la pone el software que acompaña Gigabyte, además de destacar por lo alto la interfaz de la BIOS UEFI, que a pesar de poder sufrir alguna mejora, ya es mucho mejor que las antiguas BIOS con aspecto plano y aburrido, a las que tanto miedo le tienen muchos usuarios todavía.

La Gigabyte GA-Z77MX-D3H tiene un precio aproximado de 120€, impuestos incluidos, y viene respaldada con 2 años de garantía por parte del fabricante.

La placa base microATX GA-Z77MX-D3H de Gigabyte está Recomendada por islaBit para usuarios que requieran de una placa base de formato reducido microATX, moderna, duradera y actualizable por disponer de las últimas tecnologías, capaz de soportar decentes tasas de overclock (a diferencia de muchas otras placas base microATX, que no vienen preparadas para ello) gracias en gran medida a su electrónica y a su chipset Intel Z77 Express. Quizá su precio esté algo por encima de lo deseado, pero también cabe reconocer que puede competir directamente con placas base de formato ATX normal. No obstante, Gigabyte dispone de otros modelos similares, algo más económicos  si no se necesitan tantas características. Su mejor uso, quizá sea el instalarla en una caja reducida, con una tarjeta gráfica dedicada, ya que sin ella, parece más adecuado apuntar a placas base más económicas, para finalmente aprovechar la IGPU integrada del procesador Ivy Bridge a instalar, para emplearla en usos más modestos.


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