Sony mantiene el pulso con una nueva generación de consolas que, según documentos internos de AMD de 2023 filtrados por Moore’s Law Is Dead, afinará su arquitectura en pos de eficiencia y brío de cálculo. Las especificaciones filtradas de la PS6 comienzan por un diseño de chiplet con ocho núcleos Zen 6 y entre 40 y 48 unidades RDNA 5, impulsadas por relojes de más de 3 GHz.
Aunque dispone de menos unidades de cómputo que la PS5 Pro, estas funcionan a mayor frecuencia y con mejoras en IPC, de modo que cada bloque gráfico superará holgadamente a los de su predecesora. Con un consumo pico de 160 W TBP, parece ser que Sony quiere refinar la refrigeración y contener el gasto de energía, sin sacrificar musculatura de renderizado.
La memoria daría un paso adelante con GDDR7, capaz de operar a 32 Gbps sobre un bus de 160 o 192 bits, lo que eleva el caudal de datos hasta los 640-768 GB/s, por encima de los 576 GB/s de la PS5 Pro. En términos de rasterización, se prevé que triplique la PS5 básica y duplique a la PS5 Pro, situándose en la liga de tarjetas como la GeForce RTX 4080 en cifras brutas, sin obviar las distancias propias entre consolas y tarjetas de PC. El trazado de rayos promete saltos aún más palpables, multiplicando el rendimiento actual de seis a diez veces.
Arquitectura renovada y puesta en marcha
La línea de producción arrancará en el segundo trimestre de 2027, con una llegada al mercado a finales de ese año o comienzos de 2028, a un precio aproximado de 499 dólares. La retrocompatibilidad cubrirá juegos de PS4 y PS5, garantizando que su actual catálogo siga vigente.
Al mismo tiempo, Sony afila su respuesta al terreno móvil con Project Canis, una consola portátil fabricada en proceso de 3 nm y equipada con cuatro núcleos Zen 6C. Su GPU integraría entre 12 y 20 unidades RDNA 5 a 1,6–2,2 GHz, mientras la RAM LPDDR5X 7500 y un bus de 128 bits procurarían un sólido caudal interno para títulos exigentes. El consumo se fijaría en torno a 15 vatios.
La portátil de Sony se propone ofrecer trazado de rayos más fluido que la Xbox Ally X, aunque esa rival tampoco eleva demasiado el listón. Mantendrá compatibilidad con microSD y SSD M.2, e incorporará retroalimentación háptica, micrófonos duales y pantalla táctil. La carga rápida y la salida de vídeo a través de USB-C completan un conjunto pensado para devorar horas de juego en movimiento.
Competencia en puerta y fechas clave
Microsoft no se queda atrás: la consola Magnus, según el mismo informe, llevaría 11 núcleos Zen 6 y 68 unidades RDNA 5, superando a la PS5 Pro pero quedando por debajo de la PS6. Se habla de un lanzamiento previo en 2027, emulando la estrategia de la Xbox 360 frente a la PlayStation 3. No obstante, todo lo descrito corresponde a prototipos; Sony y AMD podrían pulir o variar cifras antes de oficializar detalles en 2026.